LA MUJER EN ARGELIA

En la redacción de este texto han participado las estudiantes y voluntarias del Observatori Solidaritat
Blanca de Gispert, Consuelo Conde y Carolina Zamarra durante 1999
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Orígenes del conflicto. Síntesis de los últimos años de la historia de Argelia

La situación actual de guerra civil ya tiene sus orígenes en la colonización francesa,que realizó una total ocupación y asimilación del país, trató de eliminar la cultura argelina, convirtió el francés en lengua oficial y eliminó el Islam de los programas escolares, sin tener en cuenta que la religión estaba enraizada con mucha fuerza en la sociedad argelina y constituía una forma de vida centenaria.

Ya entonces, la lucha revolucionaria contra la colonización fue interpretada por unos en términos marxistas y por otros en términos de Gihad (Guerra Santa).

Conseguida la independencia en 1962 se instauró un régimen socialista dictatorial. A pesar de que el Islam se proclamó religión oficial y se construyeron más de 10.000 mezquitas, resultó insuficiente para una mayoría de población muy tradicional a quien, además, hubiera gustado introducir algunas normas de la Shara (Ley Islámica). Además, esto se interpretó como una forma de oposición a todo lo occidental que relacionaban con la colonización. Precisamente esta interpretación será una de las razones que explicará el posterior resurgimiento del islamismo en Argelia.

Pero los que formaban parte del poder y controlaban el ejército y la política pertenecían a una minoría muy occidentalizada que vivía en la capital o en las ciudades más importantes. Aquí radica el origen de las principales diferencias entre el desarrollo del islamismo en la ciudad y en las zonas más rurales de Argelia.

En una entrevista, la periodista Salima Guezali (La Vanguardia, 8-3/-998), explica que después de la independencia se escolarizó a la población, se consiguió la plena ocupación y se oficializó el árabe por delante del francés, pero quedó la ambigüedad sobre el papel de la religión y la confrontación de ideas; como una herida mal cerrada.

El descontento se canalizó en los años 70 a través de determinados grupos o partidos políticos de carácter islámico. De este movimiento heterogéneo surgió el (FIS), un partido político de tendencia islamista moderada. Éste ganó las primeras elecciones democráticas: las municipales en 1990 y las legislativas en 1992. Su intención de implantar la Shara causó terror en las ciudades y sobre todo entre las mujeres que trabajaban.

Los resultados de las elecciones legislativas fueron anulados y se impidió la realización de la segunda vuelta de las legislativas que tenían que celebrarse en enero. Estas accciones recibieron el apoyo de los países europeos (que protegen los intereses relacionados con los recursos energéticos) y tuvieron como consecuencia inmediata que el poder político y económico quedara en las manos del ejército argelino.

Después del golpe de estado, el FIS fue ilegalizado y sus principales dirigentes encarcelados, y la actividad de las mezquitas fue restringida. La respuesta fue la radicalización de la oposición islamista y la aparición del terrorismo islámico, dirigido primero contra los extranjeros y las mujeres trabajadoras y, después, ya de forma masiva con matanzas en barrios y pueblos enteros. El Estado vive una situación de incerteza permanente y de violencia creciente desde entonces.

La religión no es el único problema del descontento pero sí la excusa del poder para canalizarlo. La nueva situación política no ha hecho más que agravar la situación de crisis económica que vivía el país, las privatizaciones masivas han creado mucho paro y descontento por la sanidad y la educación privatizadas.

Salima Ghezali cree que "los demócratas olvidaron el peso del islamismo en la sociedad y quisieron separar la religión del Estado sin debate previo, desde una postura de orgullo tecnocrático y los extremistas islámicos recogieron fácilmente este error ".


Recorrido histórico por el estatuto jurídico de la mujer en Argelia

Resumen realizado por el Observatori Solidaritat del artículo Nadia Aïlt Zai titulado El estatuto de la mujer en Argelia: de la inexistencia al reconocimiento.

En la sociedad argelina la mujer resulta ser uno de los principales pilares de la identidad musulmana pero juega un rol de un ser oculto, discreto y sometido a la estructura antigua y patriarcal de la familia tradicional musulmana. ¿Cuál puede ser, por tanto, el estatuto jurídico de la mujer en una familia estructurada de esta manera?


La época de la colonización
Antes de la independencia, para la mayoría de la población argelina musulmana se aplicaba la ley religiosa musulmana en forma malakita (el malakismo es una de las escuelas jurídicas del Islam sunnita), a excepción de algunas regiones donde predominaba la tradición ibadita, que rebajaba todavía más la condición de inferioridad de la mujer. Por otra parte, cualquier argelino tenía la posibilidad de optar por el Código civil francés.

Para equilibrar el estatuto entre las mujeres argelinas, el poder francés de la época publicó un decreto en 1931 que reconocía el derecho de la mujer a divorciarse del marido por malos tratos y prohibía al marido, en caso de repudio, exigir a la mujer repudiada o a sus padres el pago de una indemnización de cualquier naturaleza a excepción del reembolso de la dote. La innovación de este decreto era el reconocimiento de la viuda en la sucesión de su marido, a la hija en la sucesión de su padre y a la madre el derecho de usufructo.

En 1959, se establecieron ya una serie de reformas -no aplicables a los matrimonios de rito ibadita- referidas a la edad mínima de los futuros cónyuges (15 años para la mujer y 18 años para el hombre), al consentimiento formulado por los esposos, a la forma pública del matrimonio ante el representante del estado civil y a la disolución judicial del matrimonio. La dote no era ya considerada como una condición de fondo y de validez del matrimonio. El mérito de esta ordenanza, que reglamentó el matrimonio y el divorcio, era el haber introducido un procedimiento permitiendo a la mujer expresar su consentimiento público sin la presencia o autorización del tutor y haber introducido la disolución judicial del matrimonio en la petición de alguno de los esposos por causas perentorias (adulterio de uno de los esposos, malos tratos, injurias graves); la demanda de los dos esposos en caso de consentimiento mutuo y cuando el juez es requerido por uno u otro de los esposos de la voluntad unilateral del marido de disolver el matrimonio. Este petición de poner fin unilateralmente a su enlace conyugal a través de la petición al juez atenúaba los excesos del repudio incontrolado pronunciado con o sin razón por el hombre, al que le era suficiente con pronunciar tres veces la fórmula conocida (tres veces: "et divorcio") para que la mujer se encontrara sin estatuto.



Independencia y estatuto jurídico de las mujeres
En 1962 una nueva ley fijó la edad mínima para el matrimonio en 16 años para la mujer y 18 años cumplidos para el hombre. Y en 1963 se exigía el establecimiento de un acta de matrimonio inscrita en el registro civil para el establecimiento de un enlace conyugal.

El 1966 las costumbres cabiles y el derecho ibadita dejaron de aplicarse.

En 1963 y en 1973 hubo dos tentativas de redacción de proyecto del Código de Familia. Estos anteproyectos de código reintrodujeron la tutela matrimonial; es decir, el consentimiento y la autorización del matrimonio dada por el tutor. Se dejaba a los esposos la posibilidad de que en el contrato matrimonial se establecierann cláusulas de compromiso del marido a no tomar una segunda esposa o a permitir que la esposa pudiera ejercer una profesión, cláusulas cuyo incumplimiento implicaba el divorcio. La poligamia restringida estaba subordinada a la autorización del juez para tomar una segunda esposa y se prohibía el matrimonio de una musulmana con un no musulmán.

La esposa debía a su marido la deferencia debida al cabeza de familia, la obediencia y la ejecución de sus deberes conyugales conforme a las conveniencias.

El divorcio judicial podría ser obtenido a demanda del esposo de ejercer su derecho de repudiación. Este anteproyecto, sin embargo, que reintroducía la discriminación en relación a la igualdad de las capacidades, los derechos o las obligaciones de la mujer, había conseguido gracias a los textos tan mínimos descritos, mantener la consideración dada a la mujer en tanto que ser humano capaz de asumir su destino.

Ante el vacío jurídico momentáneo existente, los jueces aplicaron el derecho jurisprudencial amparados en el artículo primero del código civil argelino de 1975: "en ausencia de una disposición legal, el juez se pronuncia según los principios del derecho musulmán y, en su defecto, según la costumbre ".

Hasta 1984, año de la promulgación del Código de familia, la mujer no tenía necesidad de un tutor ni de consentimiento ni de su autorización, ni de la presencia para contraer matrimonio ante el representante del estado civil. Y de hecho, el Código de la Salud Pública de 1976 ya preveía asumir la atención de la madre soltera y del niño abandonado. En 1985 la nueva ley de "protección y promoción de la salud" suprimió la protección de las madres solteras y marcó que las "modalidades de asistencia en relación a la prevención eficaz del abandono de los niños serían fijadas por la vía reglamentaria".

Ante todo esto, es evidente que el plano jurídico en relación al estatuto de la mujer ha sufrido una regresión y que la participación de las mujeres en la guerra de liberación no ha implicado realmente la liberación de las mujeres, retomando el pensamiento de Harbi, que escribe que "el discurso mantenido por la revolución sobre el estatuto de las mujeres (1956) no era más que un disfraz y un refugio en el sueño para hecer olvidar la realidad".


El Código de familia

Jalida Messaoudi, en su artículo "El Código de familia en Argelia. Una decisión política", explica que, después de conseguir la independencia, las mujeres (que también participaron en la lucha), fueron relegadas de la participación en el poder hasta el punto de que en 1984 la Asamblea Popular Nacional (APN) adoptó un Código de Familia que legitima la inferioridad de la mujer argelina ( véanse Observaciones finales del Comité de NN.UU. para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer : Algeria. ). Este código está en contradicción con la nueva Constitución de 1989, que habla de igualdad entre hombres y mujeres y determina la mayoría de edad en 18 años, mientras que el Código de Familia deja a la mujer como una menor bajo la tutela del padre o del marido (menos a efectos penales, para la pena de muerte no hay distinción de sexo).

El Código de familia se fundamenta en la orden religiosa, no hace ninguna referencia al derecho de la mujer al trabajo y a la educación y la única función que ésta tiene asignada en la sociedad es la reproductora y la de velar por el bienestar de su marido.

En materia laboral, la mujer, para poder trabajar, ha de incluir un cláusula en el contrato de matrimonio, si no el marido puede oponerse y hacer constar abandono del domicilio conyugal. A pesar de hacerlo constar en el contrato de matrimonio, el marido puede cambiar de opinión. Además, un padre o un hermano pueden sacar a la mujer de la escuela, instituto o universidad para impedir a la larga que trabaje.

La mujer siempre ha de negociar sus derechos con su tutor (primero con su padre, hermano o familiar próximo, y después con su marido).

En materia conyugal, para disolver el matrimonio, la mujer necesita el consentimiento del tutor, en cambio el hombre no necesita a nadie. En caso de que le sea concedido el divorcio sin el consentimiento del marido, la mujer no tendrá derecho a la custodia de los hijos, sólo a la vivienda en caso de que no tinga familia que la pueda acoger. Y es que los jueces no pueden fallar nunca en contra de los intereses del marido.

Por lo que respecta a los hijos, si se quedan con la mujer, ésta sólo dispone del derecho de custodia pero no de tutela, que siempre es del padre. Por tanto, todo aquello relacionado con la educación o la salud de los hijos ha de ser supevisado y firmado por el padre.

Si la mujer vuelve a casarse pierde la custodia de los hijos, mientras que el hombre puede casarse tantas veces como quiera que no le será retirada. El interés de los niños nunca se tiene en cuenta.

Fatima Oussedik, en un artículo sobre las campañas de planificación familiar explica que éstas han sido llevadas a cabo de forma clandestina hasta 1984. Hay un rechazo a la planificación familiar asociado al antiimperialismo y a la resistencia a la colonización francesa teniendo más hijos. Sólo tienen acceso mujeres casadas que tienen libro de familia. Mientras el país disponía de recursos económicos, no había ningún problema, pero ahora la situación ha cambiado.

Aunque la poligamia no se da con frecuencia en la sociedad argelina, el hecho de que ésta siga siendo legal coloca a la mujer como un objeto intercambiable y la sitúa en el terreno comptetitivo, cosa que genera desconfianza entre las mujeres y puede impedir que luchen conjuntamente.

En definitiva, el Código de familia ignora totalmente la Constitución y los tratados internacionales ratificados por el gobierno argelino (Argelia es miembro de la Organización Internacional del Trabajo -OIT- y ratifica el pacto internacional que hace referencia a los derechos económicos, políticos y culturales de los pueblos). A pesar de todo, el Gobierno argelino dirigido por Liamin Zeroual inició ya la revisión de este código y en 1997 presentó un anteproyecto de ley relativo a la enmienda de la ley referente al Código de familia. Esto, probablemente, indica que el Gobierno empieza a darse cuenta de las grandes contradicciones e injusticias que esconde el Código, a pesar de que los cambios que introducen estas enmiendas parece que no dejan de ser insuficientes, tal como ya manifiestan ciertas asociaciones feministas argelinas, procedentes sobre todo de los sectores más radicales y laicos.

Nos encontramos, pues, ante un Estado que por una parte ha aceptado la importación de la tecnología y la adopción de una legislación en materia laboral, organización política, etc. modernas, pero que por lo que respecta a la cuestión de la mujer se inclina por los valores tradicionales árabo-musulmanes. ¿Por qué esto? ¿Por qué se preocupan los países en mantener la mujer en submisión? Si el Islam condena la esclavitud, y de hecho ésta es rechazada por la mayoría de los países islámicos, ¿por qué todavía se mantiene sobre las mujeres?


Condición social de la mujer argelina: las contradicciones de sus situación

Segons Gema Martín Muñoz ), la vida social en los países islámicos gira en torno al honor y la vida familiar, esto hace falta preservarlo por encima de todo y la encargada de hacerlo ha de ser la mujer, por tanto su comportamiento ha de ser ejemplar. Los hombres son los encargados de que esto se cumpla, ellos tienen el principio de autoridad. La mujer se convierte en un objeto prohibido para los otros, su tarea será hacer de madre y de esposa ejemplar.

La sociedad musulmana da mucha importancia a la continuidad del linaje. Por este motivo y para garantizar su paternidad, el hombre ejerce un rígido control sobre la sexualidad femenina. La conservación de la virginidad hasta el matrimonio garantiza el honor familiar, por tanto las niñas siempre son consideradas un peligro potencial que pueden ensuciar el honor de la familia ya que las mujeres son las destinadas a salir de la familia para integrarse en otra. El linaje familiar siempre será juzgado a través de las mujeres. Ya que de ellas depende el futuro, es necesario someterlas a una ley social con el fin de controlarlas.

Según D. Chikhaoui "la concepción del matrimonio es tal que casarse significa: tener una mano de obra barata, una barriga para transportar y hacer niñós y un orifico que se puede penetrar para satisfacerse".

Hay una separación entre sexualidad y afectividad. La pasividad femenina en las relaciones sexuales es una cualidad esperada; las mujeres no han de mostrar ni deseo ni esperanza. Las mujeres sólo son reconocidas socialmente a través de la maternidad, sobre todo si son madres de hijos varones; tener hijas sólo representa una maternidad incompleta. El nacimiento de una niña, pues, resulta un acontecimiento triste, ya que ésta, cuando sea mayor, dejará su familia para ir a enriquecer otra.

Según C. Lacoste Dujardin, los niños son mucho más mimados por las madres, y las niñas son sometidas a un estricto adiestramiento del rol que tendrán que interpretar, son corregidas más que sus hermanos y hace falta enseñarles a ser dóciles y resignadas.

Ya de muy pequeñas ya hacen trabajos de la casa y cuidan a los hermanos pequeños.

La escolarización femenina es muy escasa en el medio rural, donde el analfabetismo puede llegar a ser del 90%. El reconocimiento máximo para la mujer es llegar al estatus de "suegra", estar al frente de una familia con hijos, nueras y nietos, donde se le adjudica el papel de administradora del hogar. Por otra parte, una mujer sola representa un peligro constante; una mujer sin marido se considera un pervertida.

Las mujeres, conscientes de esta situación, buscan espacios de libertad en sus fiestas y cultos religiosos. Así, por ejemplo, en las fiestas matrimoniales, donde los espacios de celebración son separados en función del sexo, en los bailes de las mujeres se expresa una denuncia simbólica del dominio marculino y de sus debilidades y se cantan alabanzas y se realizan reverencias ficticias a los hombres de la fiesta en tono irónico.

Las mujeres son las principales transmisoras de la tradición, pero el desarrollo de la sociedad urbana, la influencia de los flujos migratorios y de los medios de comunicación y el acceso a la educación hace que vayan encontrando nuevos espacios donde tienen cabida modelos de vida alternativos.

Según manifiesta Souad Khodja, en su artículo "Argelia, la resistencia al cambio" no se puede construir un estado moderno basado en una sociedad tradicional que dicta las pautas sobre cada comunidad. Es necesario primero educar a los jóvenes para que sean capaces de crear un estado moderno basado en la individualidad. Ahora nos encontramos con una sociedad que tiene un tipo de familia tradicional y patriarcal y unas institucioes políticas modernas que son muy difíciles de combinar ya que el individuo recibe su educación fundamental durante los primeros años en la familia.

Cuando ha sido necesario, los políticos han transgredido las leyes de la tradición. El ejemplo paradigmático es la participación de las mujeres en la Guerra de la Independencia de Argelia (1954), donde participaron como médicos, enfermeras, secretarias y ocupareon dos terceras partes de la acción armada, dando su apoyo en las ciudades a los familiares de los detenidos, de la guerrilla y de los muertos, encargándose del alojamiento y de las provisiones de los soldados, etc. También su presencia fue mayoritaria en las manifestaciones populares del once de diciembre de 1960, manifestaciones que impulsaron el Movimiento de Liberación Nacional.


La mujer y la religión islámica

Las costumbres islámicas que hacen referencia a la mujer se fundamentan en el Corán. El texto coránico supuso una protección para la mujer ante las antiguas tradiciones patriarcales de la época preislámica, que consideraba a la mujer como simple procreadora de hijos sometida a la tutela masculina.

El Corán, por ejemplo, prohíbe matar a las hijas en el momento de nacer, limita la poligamia y el repudio, reconoce el derecho de la mujer a la propiedad y a la educación y exige el consentimiento de la mujer para el matrimonio. Estas disposiciones se encuentran recogidas en suras (revelaciones de Dios a Mahoma), que corresponden a la primera época de Mahoma, cuando todavía no tenía demasiados seguidores. Después Mahoma tuvo que huir de Medina y las nuevas suras recogen ideas patriarcales antiguas. Como no había ningún interés por cambiar la estructura social existente se resolvió hacer prevalecer las suras posteriores sobre las primeras. Los sectores musulmanes conservadores siguen defendiendo esta interpretación, pero los reformistas reclaman la validez de las primeras suras, más favorables a la mujer.

Los versículos del Corán no justifican ni explican la situación actual de la mujer argelina; nada impone la regresión existente que rebaja a la mujer a la categoría de sirvienta. El Islam, con un pensamiento moderno que hace que reconozca a todos los profetas, ha olvidado su rostro humano por lo que respecta a la mujer argelina, que es asesinada por el hecho de ejercer su profesión o sacarse el velo.

Pero nos encontramos ante una sociedad que tiene miedo de todo aquello que signifique cambio y quiere ganar terreno a los principios de igualada, llibertad y laicidad que han de regir toda sociedad democrática.


La acción de las mujeres

La movilización de las mujeres argelinas ya viene de lejos; es una lucha que se inicia a principios de este siglo cuando presionaron a los musulmanes electos a interpelar al gobierno francés sobre la necesidad de reformas a favor de las mujeres musulmanas (entonces sólo tenían derecho a voto las mujeres francesas). Estas reivindicaciones no prosperaron a pesar de que posteriormente fueron recuparadas por los partidos políticos en los años 40.

El 1947 se creó la primera asociación de mujeres, la Asociación de Mujeres Musulmanas de Argelia (AFMA). Estaba constituida por mujeres de ciudad con formación. Allí camuflaban su acción oficial (impartir educación sanitaria, cuidar de los necesitados, etc.) con campañas políticas clandestinas. La prensa se hizo eco y les dedicó artículos sobre la educacion de las mujeres, la cuestión del velo y su lucha política. Entonces en Argelia todavía sólo las mujeres francesas tenían derecho a voto.

Muchas escritoras también defendían desde sus novelas los derechos de las mujeres: Djamila Débèche (Leila, una mujer argelina, Aziza); Assia Djébbar (Las cándidas alondras).

La lucha política de las mujeres cesó bruscamente en 1962, conseguida la independencia y con la toma de poder del Frente de Liberación Nacional (FLN, partido único hasta el 1989) que cumplió pocas de las promesas hechas a las mujeres por lo que respecta a su emancipación.

Las mujeres no volvieron a pronunciarse hasta 1981 con la elaboración del proyecto del nuevo Código de Familia. Las mujeres presentaron una petición con miles de firmas denunciando este código apelando a la Constitucón. Primero fue retirado, pero al cabo de pocos días fue adoptado clandestinamente con algunas enmiendas menores.

Carmelo Pérez Beltrán, en un artículo sobre las asociaciones feministas argelinas, hizo un estudio sobre este movimiento a partir de 1989, año en que se empezó a estructurar. En 1989 se relanzó la lucha porque la adopción de una nueva Constitución abría las puertas a un pluripartidismo. Entonces comenzaron a crearse diferentes asociaciones. Éstas no se formaron de manera espontánea; ya hacía años que diferentes colectivos se movilizaban ante las diversas tentativas del gobierno para implantar un Código de familia.

En 1980, mujeres de la Unión General de Trabajadores y universitarias se reunieron en comisiones de trabajo para estudiar el tema. Aquel mismo año, reunidas en asamblea general, exigieron la publicación del texto del proyecto de código para conocer el contenido y un debate plural donde estuviera presente una representación de mujeres de la Asamblea. No obtuvieron respuesta, pero a partir de aquí decidieron constituirse en colectivo y organizaron unas Jornadas de Estudio y Reflexión sobre las Mujeres Argelinas.

En 1981 promovieron la publicación de la revista "Issis, la lessive des mots" con el objetivo de publicar trabajos sobre la realidad sociocultural de las mujeres con un espíritu emancipador. Su difusión fue limitada y desapareció en 1984.

Durante aquel mismo 1981 las autoridades pusieron en práctica medidas por las cuales se prohibía a las mujeres salir del país. Para luchar contra esta medida aparece como grupo reivindicativo el Colectivo de Mujeres de la Universidad. En una asamblea se firmó una petición exigiendo la libre circulación de todos los argelinos y argelinas. Al mismo tiempo tenían lugar diferentes concentraciones de mujeres en la elaboración del Código de Familia. Nos encontramos con dos tendencias: las más moderadas, que se conforman con hacer enmiendas al Código* y las más radicales que rechazan totalmente el Código de Familia. Estas diferencias se mantienen en la actualidad.

En las sucesivas manifestaciones fueron objeto de la represión policial. Fruto de las diferentess concentraciones surgió un comité de acción. Desde entonces hasta 1984, año en que se adoptó definitivamente el Código de Familia, se inició una etapa de represión con detenciones por delitos de opinión.

La aprobación del Código, tal y como se temía, legalizó la subordinación y la discriminación de las mujeres, pero también supuso el nacimiento de los movimientos feministas organizados.

A partir de 1988, fruto de esta represión policial, surgieron muchas asociaciones de carácter feminista. Las mujeres que participaron son las que tienen más formación, muchas de ellas han pasado por la universidad o trabajan, y dominan el francés, mientras que el árabe ha quedado reducido a su vida privada. Este fenómeno se concentra en las grandes ciudades y esto hace que las aleje de una mayoría de población femenina que no ha tenido acceso a los mismo conocimientos. .



Asociaciones de mujeres en Argelia
En Argelia nos encontramos con tres tipos de asociaciones feministas:

Finalmente, también existe una asociación que se ha de encuadrar dentro del movimiento islamista argelino, que incluso dentro de esta tendencia reclama su protagonismo. De hecho, los mismos dirigentes del FIS se oponen a que estas mujeres puedan hablar en público. Ellas reclaman una vestimenta, un comportamiento y una religiosidad islámica, pero son contrarias a la poligamia y al repudio y defienden el derecho al trabajo para las mujeres.

Todas las asociaciones han visto la necesidad de unir esfuerzos, por eso, representantes de las diferentes asociaciones participan conjuntamente en reuniones, debates y conferencias. El I Encuentro Nacional de Mujeres tuvo lugar en Argel en 1989. Allí se elaboró un programa general de acción a nivel laboral, educativo, jurídico y político.



Reivindicaciones de las asociaciones feministas
Hasta la actualidad la lucha reivindicativa conjunta de las asociaciones feministas de Argelia ha girado en torno a tres ejes principales:

  1. Defensa de la educación mixta y el deporte femenino: a partir del desarrollo del movimiento islamista surge una fuerte tendencia opuesta a la coeducación. Al mismo tiempo se acusa a los maestros y profesores de los defectos del sistema educactivo, con el fin de alejar a las mujeres de los lugares de trabajo cualificados. También se denuncian las prácticas discriminatorias hacia las alumnas en las pruebas que se exigen para pasar de la escuela primaria a la secundaria y la transformación de la escuela en un lugar de bombardeo ideológico que desvaloriza la imagen de la mujer.
  2. Lucha contra los atentados, agresiones y amenazas efectuadas contra las mujeres: muchas mujeres han sido amenazadas, golpeadas, insultadas, maltratadas o asesinadas. Esta violencia, procedente del sector islamista más agresivo e intransigente está dirigida sobre todo contra intelectuales y estudiantes universitarias. La opinión de las mujeres argelinas sobre esta cuestión queda bien reflejada en los diversos escritos que subscriben las asociaciones feministas del país (com por ejemplo una contundente carta abierta a la opinión internacional firmada por las organizaciones de mujeres demócratas en Argelia).
  3. 3. Lucha a favor de la modificación de la Ley Electoral que permite delegar el voto de la mujer a miembros de su familia para evitar abusos de poder. En este campo la lucha feminista tuvo éxito y en octubre de 1991 el Consejo Constitucional declaró anticonstitucional esta práctica. Se consiguió el derecho al voto individual, ya que hasta entonces el hombre podía votar en nombre de la mujer. Así, si bien no puede escoger marido, al menos puede elegir a los dirigentes del país que gobernarán a su marido.
Sin embargo, cuando las elecciones de aquel mismo años concedieron la victoria al FIS, los adversarios culpabilizaron a las asociaciones feministas de la victoria de los islamistas, porque según ellos la prohibición del voto delegado comportó una elevada abstención femenina. La verdad es que la participación de las mujeres fue más elevada, pero se ha de tener en cuenta que todavía no hay suficiente conciencia política entre las mujeres del medio rural, muchas de las cuales, además, no disponían de documentación para poder votar o bien eran analfabetas y esta circunstancia no estaba contemplada en el sistema electoral. Por otra parte, los grupos islamistas, que ya preveían esta situación, sí que se preocuparon de facilitar documentación a las mujeres afines a su ideología.

El 8 de marzo de 1989 organizaron una marcha en Argel con la participación de más de 10.000 mujeres que tenía como principal reivindicación la supresión del Código de Familia por anticonstitucional, ya que defiende la desigualdad entre sexos.

Actualmente, uno de los hechos más preocupantes es la regresión de los sectores con más formación o nivel socio-económico, que tendrían que hacer de motor de cambio, hacia formar tradicionales por miedo a ser considerados antinacionalistas o infieles. Desafortunadamente, los argelinos relacionan la emancipación de la mujer con las formas de vida occidental, es decir, con los países que sometieron al país durante la época colonial.



Situación actual

Una gran mayoría de población ha abandonado el campo para ir a la ciudad para encotrar trabajo en la industria. La escolarización ha hecho que aumente la demanda de trabajos más cualificados y el desinterés por el trabajo en el campo. Pero eso, a la vez, ha hecho que ahora en las ciudades se produzca una crisis de alojamiento y desocupación que es una de las princiaples causas de la situación de violencia actual en el país. El crecimiento del paro no ha hecho más que motivar el reclamo de la retirada de la mujer del mundo laboral.

En Argelia las mujeres tienen la sensación de que su causa ha quedado relegada a un segundo plano, sometidas a la presión de los grupos integristas musulmanes, que culpabilizan a las mujeres de toda la problemática que sufre actualmente la sociedad argelina por el hecho de que ésta no esté recluida dentro del ámbito familiar. El Código de familia continúa siendo un tema de controversia y el hecho de que se hayan presentado unas enmiendas no hace más que evidenciar su situación obsoleta en una sociedad argelina mucho más modernizada.

Precisamente la cuestión de las enmiendas al Código ha generado una variedad de opiniones que se enmarcan claramente en las diferentes tendencias de los sectores feministas. Por una parte, los sectores más moderados secundan las enmiendas, considerándolas un cambio del Código suficientemente ajustado a las necesidades de las mujeres argelinas. Entre estas asociaciones destacan las mujeres de los grupos Ennahda i Movimiento Social por la Paz (MSP ) que se han manifestado abiertamente sobre este tema - un ejemplo es una carta sobre el Código y las enmiendas - (http://www.nodo50.org/mujeresred/argelia-codigo-
islamistas.htm
) que data del 23 de febrero de 1997 donde expresan su total apoyo al Código de familia y sus enmiendas, problema que ni tan sólo consideran digno de ser cuestionado, bajo el argumento de que "el islam garantiza todos los derechos de la mujer "). Por otra parte, los sectores más radicales se manifiestan abiertamente en desacuerdo con las enmiendas, medida que elude claramente las contradicciones del Código y las propuestas consensuadas por diversas asociaciones feministas, presentes en los talleres organizados en abril de 1996. Así pues, consideran que el Código, a pesar de su revisión, continúa siendo un texto que evidencia la inexistencia de unos derechos civiles básicos para la mujer argelina y así lo expresan en una carta dirigida al entonces primer ministro Ouyahia y al presidente Zeroual ( "¿ El código de la infamia hasta cuándo?" (http://www.nodo50.org/mujeresred/argelia-carta-presidente.htm)).

 

El proyecto de ley sobre el nuevo Código de familia

Pese a que las mujeres también participaron en la lucha durante la Guerra de Argelia ( 1954 – 1962 ), éstas fueron relegadas de la participación en el poder tras la consecución de la independencia. Además, en 1984 se llega al extremo de legitimar su inferioridad con el Código de Familia i adoptado por la Asamblea Nacional Popular y que sigue en vigor actualmente.

Sin embargo, tras 20 años de denuncias , el gobierno argelino ha propuesto el proyecto de ley de un nuevo código de familia más favorable para la mujer.

De entrada, el Código de 1984 no será suprimido, pero sí que sufrirá una profunda transformación con una orientación hacia la igualdad entre hombres y mujeres como refleja la Constitución.

El nuevo texto, prometido por el que fuera candidato Bouteflika en 1999, es el fruto de una reflexión de muchos meses dirigida por un grupo de trabajo bajo la supervisión del Ministerio de Justicia. Entre los componentes se encontraban personalidades femeninas y asociaciones cercanas a los medios islamistas que han trabajado con una gran discreción.

Sobre el texto solamente se conocen una serie de aspectos que facilitó en rueda de prensa el Ministro de Justicia argelino, Tayeb Belaïz, ya que no se ha hecho público todavía para, según se comenta en Argelia, no “encender las pasiones” de los islamistas.

El nuevo código se presenta como revolucionario en algunos puntos y conservador en otros. Por ejemplo, en caso de divorcio la mujer dejará de correr el riesgo de ser arrojada a la calle con sus hijos y será el marido quien deba asegurarle un alojamiento “decente”. Por contra, no se habla nada acerca de la herencia, aspecto sobre el cual las reglas actuales favorecen al hombre. (La herencia del hombre es el doble a la de la mujer).
Además, el matrimonio de una musulmana con un no-musulmán seguirá prohibido, mientras que un musulmán puede casarse con una mujer “kitabia”. (Mujer de la religión del libro, es decir, cristiana o judía).

La polémica se centra principalmente en dos artículos:

El primero concierne a la poligamia, poco corriente en la práctica. Ésta no será formalmente abolida, pero dependerá de la autorización del juez que deberá asegurarse que las esposas consienten voluntariamente y que el marido puede ofrecer a éstas igualdad y condiciones materiales necesarias para la vida conyugal.

El segundo es mucho más fundamental ya que afecta a la igualdad entre el hombre y la mujer. Consistiría en abolir la tutela matrimonial que obliga a disponer del consentimiento de un padrino ( el “ouali”, el padre de la esposa normalmente ) para validar el matrimonio. La comisión de reforma del Código de familia propone suprimir este apadrinamiento: “ La mujer mayor de edad tiene plena capacidad para contraer matrimonio”. Además, “ El contrato de matrimonio se concluye por el intercambio de consentimiento de los dos esposos”.

Estos dos artículos han levantado mucha polémica entre los islamistas ya que no quieren la intromisión de la justicia para decidir sobre la poligamia, por ser un aspecto íntimo, ni desean la desaparición de la figura del padrino al considerar que el matrimonio es también una alianza de familias.

Ante esta situación, el gobierno de Argelia tiene en sus manos el llevar a cabo la reforma en forma de ordenanzas o llevar el debate al Parlamento. Si sucede esto último, tanto islamistas como algunos sectores del FLN intentarán hacer todo lo posible para bloquear el proyecto de ley, aunque Bouteflika tiene los medios para imponer sus visiones a un parlamento bastante dócil.

- Principales disposiciones del proyecto de ley:


- Supresión del matrimonio concertado. ( El “ouali” decide por la esposa).
- Unificación de la edad de contraer matrimonio a la edad de 19 años para los dos esposos. ( Actualmente es de 21 para los chicos y 18 para las chicas ).
- Supresión de la obligación del tutor.
- Sometimiento del matrimonio polígamo a la decisión del juez.
- Establecimiento de la igualdad de derechos y obligaciones entre los cónyugues.
- Derecho de los cónyugues de estipular en su contrato de matrimonio, o en un contrato posterior, cualquier cláusula que ellos consideren útil, especialmente en temas de poligamia y trabajo de la mujer.
- Introducción del derecho de la esposa de llevar a cabo la acción de divorcio por una serie de 10 motivos que son recogidos en el texto de proyecto de ley.
- Obligación del esposo, en caso de divorcio, de asegurar a la madre con los niños un alojamiento decente o, en su defecto, su propia casa.
- Cambio del orden de acceso al derecho de custodia de los hijos, situando al hombre directamente después de la madre.
- Institución legal del ministerio público como parte en la aplicación del código de familia por las instituciones y refuerzo de poderes del presidente del tribunal en materia de derecho de custodia, visita, alojamiento y el cumplimiento de la pensión alimenticia.


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