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Para poder analizar el sistema político actual de Argelia y su problemática hemos realizado un breve seguimiento de los antecedentes históricos argelinos desde el período de descolonización hasta nuestros días. Se trata de una breve síntesis de los acontecimientos que marcaron la historia de Argelia y que nos facilitarán la comprensión de la crisis humanitaria, social, política,... en que se encuentra sumergido hoy día este país magrebí.
En 1954 el Frente de Liberación Nacional (FLN)
(http://www.msstate.edu:80/
Archives/History/Africa/algeria/
algeria5.txt) ) proclamó la revolución y en 1958 se creó el gobierno provisional.
La Asociación de Ulemas no se basará sólo en el islamismo, sino que tendrá como piedra angular su rechazo a la asimilación cultural que el colonialismo francés pretendía imponer, y como consecuencia, defenderán la importancia de la lengua árabe y el culto musulmán. De esta manera, se conformará un movimiento argelino de carácter islámico-nacionalista.
A partir de esta nueva concepción reformista y nacionalista, el Islam se considerará como 'el elemento fundamental de la identidad del pueblo argelino'. La nueva concepción del Islam, junto con una concepción política populista, también enraizará en un grupo de trabajadores emigrantes (l'Etoile Nord-Africane) que luchaban por la independencia de los tres países magrebís. Los sucesores políticos del Etoile Nord-Africane en Argelia serán el Partido del Pueblo Argelino y el movimeinto por el Triunfo de las Libertades Democráticas. En este panorama aparece también el Frente de Liberación Nacional (FLN),que se encuadrará en la simbología de la Djihad, según la cual, el triunfo de la revolución era el triunfo del Islam.
El islamismo nacionalista y su enraizamiento social dio forma a los deseos y anhelos del pueblo argelino. Un pueblo que gracias al discurso nacionalista e islamista ya disponía de una identidad que podía reivindicar ante la potencia colonizadora: Francia.
La colonización francesa hizo que dos generaciones de argelinos convivieran juntas después e la independencia: Una generación más antigua, francófona, consolidada política, económica y socialmente después de 1962; y una generación más joven, arabófona, con amplios conocimientos y estudios, caracterizada por la frustración económica y política, por el paro y por la marginación.
Nazih N. Ayubi, refiriéndose a la nueva estructuración del poder argelino, afirma que el liderazgo ejercido por el Frente de Liberación Nacional, que se había basado sobre todo en la resistencia rural, empezará a se ejercido por la burguesía urbana, que dirigió sus esfuerzos hacia la creación de órganos militares y administrativos dentro del propio movimiento. Será este liderazgo burgués unido a los grupos de argelinos que ayudaban a los funcionarios europeos los que protagonizarán la construcción del estado argelino después de 1962.
¿Cómo se organizará el nuevo poder? El poder de la era independentista se estructurará en:
Administrativamente, el gobierno argelino independiente mantendrá el modelo administrativo francés con pequeños cambios. También mantendrá en vigor las leyes y reglamentos franceses a excepción de aquellos textos legales que estaban en contra del nuevo estado.
El 24 de julio de 1962 se reconoció la autoridad del aparato político del FLN y se llevó a cabo la constitución de una Asamblea Constituyente el 20 de septiembre de 1962. En 1963, se aprobó la primera constitución de la Argelia independiente en la que el FLN pasaba a convertirse en partido único y líder de la sociedad argelina. Se había creado un régimen de socialismo real que tendrá entre otras consecuencias, la anulación de la disidencia. El sistema de partido único perdurará hasta 1989.
Con el tiempo se agudizarán los problemas entre el aparato político, dirigido por Ben Bella (líder del FLN e investido presidente del gobierno provisional el 29 de setembre de 1962) y el Gobierno Provisional de la República de Argelia. También se empezarán a tener noticias de problemas entre el gobierno provisional argelino y el Estado Mayor General del Ejército dirigido por Bumedian.
Ben Bella, elegido Presidente de la República en 1963 a través de elecciones, impulsó una política económica fundamentada en la exportación de petróleo y en la autogestión de la agricultura y de la indestria.
La situación política caracterizada por las continuas confrontaciones internas del FLN y las presiones exteriores (la guerra con Marruecos y la problemática definición de las fronteras del país) precipitaron el golpe de Estado de Bumedian. Aït Ahmed opina, después de abandonar el FLN y de crear un partido propio a principios de la década de los 60, que Ben Bella 'tendrá que deshacerse de Bumedian; éste ess el fascismo, es la militarización progresiva de nuestro país.' Ben Bella no se deshizo de Bumedian y éste, el 19 de junio de 1965, depuso a través de un golpe de Estado, al presidente argelino, destituyéndolo de la dirección de un Estado que sobrevivía gracias al consens que generaban el ejéricto y la idea de construir un estado nacionalista árabe y socialista a partir de políticas populistas y dirigidas a favorecer el desarrollo.
El golpe de Estado supuso el inicio de un período de numerosas manifestaciones y protestas que fueron reducidas por la fuerza por el ejército y la policía y que provocaron una cincuentena de muertos y decenas de heridos. Fue el inicio de una represión militar que se encargó de 'restablecer el orgen'. Algunas organizaciones que se opusieron al golpe de Estado, como la Unión de Estudiantes Argelinos o la Unión General de Trabajadores Argelinos, sufrieron un depuración que pretendía hacerles más dóciles
Después del golpe de Estado se procedió a iniciar un proceso de institucionalización que empezará el mismo día, el 19 de junio de 1965, cuando se instauró el Consejo de la Revolución que se caracterizaba por ser una institución heterogénea compuesta por 26 miembros. A pesar de esto, este Consejo no se reunió ni una sola vez en dos años y medio de existencia. De hecho, posteriormente, se eliminaron dos terceras partes de sus miembros de forma que en 1978 el Consejo había pasado de 26 a 6 miembros. El Consejo de la Revolución representó un elemento decorativo que salvaba las apariencias en un régimen que consolidó el sistema de partido único, las relaciones con la URSS, el sistema industrial de carácter soviético (favorecimiento de las industrias pesadas), la exportación de hidrocarburos y, sobre todo, el presidencialismo.
El proceso de institucionalización culminó en 1976 con la promulgación de una constitución, la segunda desde 1963 que implicó la consolidación del sistema de partido único y el papel del ejército, que según Antoni Segura i Mas era descrito como 'garante de la revolución y de la independencia de la patria y el artífice del desarrollo del país y de la construcción del socialismo'.
¿Por qué se llevó a cabo el golpe de Estado? Existen una serie de causas que llevaron a los militares a emprender el golpe de estado, entre éstas destacan:
Las consecuencias del golpe de Estado fueron varias y, a partir del Consejo de la Revolución, se llegó a conseguir implantar una 'legitimidad revolucionaria' aunque no se consiguió una 'legitimidad institucional' que era, inicialmente, lo que se pretendía. Las palabras de Bumedian como portavoz del Consejo de la Revolución son claras y contundentes: '...es imprescindible la construcción de un verdadero aparato de Estado eficaz y de instituciones racionalmente concebidas...'. Esta eficacia se demostraría en el dominio represivo y policíaco y la racionalización del poder. Otras consecuencias del gobierno de Bumedian (1965-1978) fueron la burocratización administrativa de la que se derivaba el clientelismo político, la ineficacia del aparato estatal y la corrupción así como la supeditación de la agricultura y la industria a la política de desarrollo basada en la creación y consolidación de las industrias pesadas.
Bumedian encabezó un gobierno totalitario y absolutista donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial eran responsables sólo ante él. Se podía esperar que la alternancia política cambiara el panorama pero en 1970, Bumedian manifestó su intención de no organizar elecciones presidenciales ni legislativas. En definitiva, el gobierno de este período estaba dominado por los militares y encargado de la vigilancia de la población.
En cuanto al modelo de desarrollo impuesto, éste se podría encuadrar según Michel Chatelus, en 'una autocracia policial y militar copiada de Stalin y legitimada por la teoría de W.W. Rostow'. Se trataba de un régimen autoritario, de tendencia soviética (planificación socialista y creación de grandes empresas estatales, las llamadas sociétés nationales) y que pregonaba un desarrollo acelerado. A pesar del discurso nacionalista argelino -el estado controlaba el comercio exterior, la producción y exportación de hidrocarburos, la banca, etc-, en materia económica la influencia francesa continuó siendo muy importante a pesar de las nacionalizaciones que llevaron a cabo entre 1963 y 1973.
La muerte de Bumedian en 1978 inauguró un proceso, que se extendió en el tiempo hasta 1988, y que fue percibido como la 'perestroika' argelina. Este proceso acabó en una profunda crisis política, social y cultural que se extiende hasta la actualidad.
La reforma económica tuvo, entre otras consecuencias el surgimiento, controlado, de un sector privado argelino (que apareció, en especial, en la industria ligera, la naval y la hostelería) y la reestructuración del aparato industrial y agrario argelino que implicó la reorganización del sector público y la fragmentación de las grandes compañías estatales. Pero también generó 'efectos colaterales' como el surgimiento del cotrabando y del mercado negro.
La reforma política implicó sobre todo la substitución, en el gobierno, de ministros 'bumedianistas' por otros más pragmáticos. A pesar de esto, las dificultades irán surgiendo en el camino de Bendjedid. Entre los obstáculos que surgieron se destacan: la caída del precio del petróleo, la división de los diferentes grupos de presión que se enfrentaban por el poder, algunos de ellos eran de izquierdas y fieles a la política de Bumedian, y la aparición de la cuestión amazigh (berber).
A pesar de los obstáculos, Bendjedid impuso poco a poco reformas, pero los militares, ministros, altos funcionarios de estado y del FLN consideraban las reformas como innecesarias (aunque se aprovecharon de las oportunidatos que la liberalización económica y la permanencia de la estructura de partido único les daba) y la población las consideraba insuficientes.
Entre las conquistas políticas más sonadas de Bendjedid se encuentra la apertura del sistema de partidos que pasó de un sistema de partido único liderado por el FLN a un sistema multipartidista (al menos durante el período 1989-1991). El multipartidismo nacido en 1989 se ha de contextualizar en un marco caracterizado por la crisis que invadía la economía y la sociedad argelinas. La crisis se extendía y llegó a todos los puntos, incluso al ejército, que se encontrará con dificultades para poder controlar la situación. El panorama general de esta década se caracteriza por la multitud de revueltas populares, sobre todo en la de Argel en 1988, y por la evidencia del fracaso del 'modelo de industrialización, autocentrado e independiente' argelino. La solución que se ofreció desde el gobierno fue la 'perestroika' a la argelina, que tendrá como punto culminante la reforma de la constitución de 1976 que introducirá el multipartidismo. Una vez instituido el multipartidismo, se legalizan los partidos políticos, entre ellos, el Frente Islámico de Salvación (FIS). A partir de aquí se desencanedarán toda una serie de acontecimientos: la victoria del FIS en las elecciones municipales de 1990 y en la primera vuelta de las legislativas de 1991. La alternancia política y la posibilidad de pérdida de poder de las cúpulas burocrático-políticas y militares que significaba un partido no progubernamental como mayoritario en el Parlamento desembocó en el golpe de Estado de 1992. Según Antoni Segura, el carácter presidencialista de la constitución de 1989 hacía posible la cohabitación de Bendejedid y de un Parlamento mayoritariamente islamista. La segunda vuelta de las elecciones legislativas se tenía que celebrar el 16 de enero de 1992 pero el día 12 de enero el proceso electoral fue anulado. El ejército había tomado (otra vez) las riendas de Argelia.
Las consecuencias inmediatas del golpe de Estado fueron la dimisión de Bendjedid i la suspensión del proceso electoral legislativo.
Tres poderes: los militares, ciertos sectores del Frente de Liberación Nacional (FLN) y algunos partidos 'laicos' se encargaban de poner al frente del nuevo gobierno a Mohamed Boudiaf. Aunque el papel de Boudiaf como presidente de la república era simbólico, en realidad quien gobernaba era el ejército. La voluntad de Boudiaf de poner fin a la corrupción le costó la vida. Boudiaf fue asesinado en 1992.
Después de la muerte de Boudiaf se formó el Alto Comité de Estado (ACE) en el que se encontraban entre otros Liamin Zeroual, presidente argelino entre 1994 i 1999, y Mohamed Betchine. El Parlamento argelino será substituido por el Consejo Consultivo Nacional definido, por algunos actores, como la mafia político-financiera que dirige las redes de corrupción responsables de las matanzas del país. Hasta 1997, no se volverá a restablecer un parlament elegido de manera popular.
El golpe de Estado de 1992 significó la aparición, más que nunca, del Ejército como poder de facto en Argelia, pero también supuso el inicio de una guerra civil (que en términos oficiales se tradujo en un enfrentamiento entre el Estado argelino y las fuerzas islamistas -satanizadas desde Occidente-) y la puesta en marcha de un proceso de diálogo entre las fuerzas de oposición argelinas (ya sean islamistas o laicas) entre ellas y con el gobierno. De este proceso de puede destacar, entre sus puntos más importantes, la(1995), ), firmada por la oposición y nunca aceptada por el gobierno, la reorganización de los partidos políticos de oposición a partir de las presidenciales de 1999 y, en último lugar, el definitivo abandono de las armas por parte del Ejército Islámico de Salvación (EIS), que se produjo 6 de junio de 1999.
El golpe de Estado tendrá, entre otras, importantes consecuencias en materia de Derechos Humanos. El estado de emergencia que se vive en el país desde 1992 supone una limitación importante de los derechos fundamentales de la ciudadanía argelina. De esta manera, se agrava la crisis humanitaria que sufre la población argelina. Además, irá creando y reproduciendo una sensación de miedo entre la población civil, principal víctima de la guerra civil argelina. La espiral de violencia que se vive en el país se intensificará especialmente entre 1997 y 1998. Las violaciones de los derechos humaanos cometidas por los actores del conflicto (fuerzas de seguridad del Estado), grupos de legítima defensa y grupos armados islamistas serán interpretadas por el gobierno argelino, en los últimos años, en clave de confrontación con un terrorismo definido como residual. La crisis humanitaria en Argelia tampoco tendrá respuesta desde el ámbito de la comunidad internacional), y desde el ámbito político argelino la batalla política continuará estando en la lucha por la permanencia en el poder por parte de un grupo consolidado (cúpulas militares, políticas y burócratas) que tienen importantes intereses políticos y económicos en juego.