El proceso de negociación entre el Ejército y el EIS que tuvo como punto importante la tregua iniciada el 1 de octubre de 1997, desembocó definitivamente en la confirmación, el 6 de junio de 1999, del abandono de la lucha armada por parte del EIS.
Este grupo principal era, según Djamel Benramdane, el grupo más grande, el mejor organizado y el que conservó el nombre Jamaa islamia mousalaha o Grupo Islámico Armado. Pero, a pesar de conservar el nombre, otros grupos armados actúan bajo las siglas GIA. Este hecho ha propiciado todo tipo de especulaciones sobre estos grupos. No se sabe con certeza si los GIA de después de 1996 es un grupo cohesionado o bien si bajo estas siglas se esconden diferentes grupos. Según Human Rights Watch, los GIA "no disponen de una estructura política visible que, investida de autoridad, se haga responsable de programas o acciones". Para Amnistia Internacional, los GIA son una asamblea de grupos aparentemente organizados de manera muy flexible, el liderato y composición de los cuales no queda demasiado claro.
Los GIA se pueden identificar como el sector más radical y violento del islamismo argelino y no parece que hayan tenido nunca como referente de actuación al FIS. Según Mariano Aguirre y Jéhane Sedky-Lavandero, los GIA buscan "conquistar el poder, erradicar la influencia extranjera, e imponer por la fuerza un estado musulmán basado en el Corán y las tradiciones proféticas..." Parece seguro que los GIA pretenden la instauración de un estado islámico y que los medios que se utilicen para conseguir esta finalidad son lícitos (ya sean crueles ataques contra la población civil, ejercicio de la tortura, de los atentados, etc). El GIA recluta a sus fuerzas entre los ex combatientes afganos, disidentes del FIS y jóvenes desarraigados principalmente de la capital del país.
A principios de la década de los 90, los GIA centraron sus ataques en regiones rurales que habían votado al FIS o que se creía que le apoyaban. Entre 1996 y 1997 salen a la luz dos textos provinentes de miembros de la organización armada en los que se hace un llamamiento a la aplicación de la ley divina -la pena de muerte- a los enemigos (ya sean hombres, mujeres o niños), la aplicación de la ley divina a los bienes de los enemigos, es decir, la expropiación de las tierras, y la autorización para hacer de las mujeres de los enemigos sus cautivas. Se puede ver en estos textos la chispa que espoleará las masacres que supuestamente han cometido los GIA desde 1996. Los ataques se fueron extendiendo a aquellos lugares donde el apoyo del GIA decaía, y entre 1997 y 1998 centraron sus ataques en las zonas próximas a la capital de Argelia, Argel.
Las acciones del GIA se han desarrollado principalmente en las zonas de la Mitidja y en Argel (la capital de Argelia) que es la zona más militarizada del país, en la que se han registrado matanzas y no se ha detenido a los culpables. De aquí que, en muchas ocasiones, se haya insinuado la existencia de un vínculo entre el ejército y los GIA.
Frente
Islámico para la Djihad Armada (FIDA).
Se considera que fueron los responsables del asesinatos, en 1997, del líder
del sindicato unitario de trabajadores argelinos Abd al-Haq bin-Hamouda. Se
cree que este grupo armado puede ser el brazo armado de un grupo islamista llamado
al-Djazaraa. Su lugar de operaciones principal es la Mitidja.
El Ejército Nacional Popular, el ejército argelino, es el verdadero poder en Argelia, por encima del poder formal que representa el Presidente de la República. Es el ejército quien toma las decisiones políticas importantes, quien traza las líneas a seguir, quien nombra y hace dimitir a los ministros, walis (gobernadores), etc. El ejército es la institución que que apoya a los candidatos presidenciales y que permite que un presidente permanezca en su puesto. Los conflictos entre poder formal y poder de facto (representado por el ejército) se han sucedido desde 1978 y se han centrado (sin resultados) en la demanda de más autonomía por parte del poder formal.
Uno de los problemas actuales del ejército es la existencia de un proceso de deslegitimación. El discurso oficial, al menos hasta 1988, permitió mantener una imagen en la que el ejército argelino formaba parte del pueblo y era la continuación del ejército de liberación que había conseguido la independencia de Argelia en 1962. La legitimidad del ejército ha recaído, de manera notable, sobre su papel en el logro de la independencia argelina. Pero para las nuevas generaciones de jóvenes argelinos, que nacieron después de 1962, este es un hecho histórico y su implicación emocional con la independencia y con sus actores no es tan fuerte como la que puedan tener las generaciones que conocieron en primera persona aquel hecho. De aquí que los jóvenes, tanto los jóvenes militares como los no militares, cuestionen o puedan cuestionar el papel del ejército dentro de la política argelina.
Otra cuestión que se ha de tener en cuenta al hablar del ejército argelino es la existencia de diversos clanes o corrientes. Lahouari Addi afirma que el ejército se comporta como un partido político dominante respecto al exterior pero con sus corrientes internas, sus clanes, etc. De esta manera, a pesar de que existen divisiones internas, el ejército actúa en bloque debido a que aspira, como grupo, a mantener sus privilegios.
La competencia entre las diferentes corrientes hace que el ejército no sea algo inmóvil sino que, por contra, exista un gran dinamismo. Este dinamismo se refleja en la composición de las diferentas ramas del las fuerzas armadas.
Mariano Aguirre identifica dos sectores dentro del ejército. Por una parte, a aquellos militares que aceptan integrar al FIS en el sistema y, por otra, a aquellos militares que pretenden "instaurar un Estado autoritario y acabar con el islamismo". Estos últimos son conocidos como sector duro.
El nombramiento, en 1993, del general Mohamed Lamari como Jefe de Estado Mayor fue un golpe de efecto. Según Gema Martín, el ascenso de Lamari significó el triunfo del sector duro dentro del ejército, pero también dentro de un poder argelino fuertemente fragmentado. La línea dura del ejército, personificada en la figura de Lamari, se caracteriza por ofrecer una fuerte resistencia al diálogo con el FIS y por considerar necesaria un nuevo empuje a la lucha antislámica. Lamari controla las unidades de operaciones (casi 80.000 hombres) y ha colocado a sus oficiales fieles al frente de las posiciones estratégicas.
La autoridad del ejército se extiende, no sólo a los ámbitos políticos, sino también al ámbito económico. De hecho, la cúpula militar argelina se beneficia, igual que los políticos y miembros de la cúpula burocrática del país, de las ventas de hidrocarburos. Los militares forman parte de las alianzas económicas de tipo clánico que, según Mariano Aguirre y Jéhane Sedky-Lavandero, se han establecido en Argelia desde la independencia y que están ligadas, principalmente, a la explotación de los hidrocarburos. En la lucha por el control del poder, el régimen militar argelino ha practicado una política de inversión estratégica, favoreciendo económicamente a aquellos sectores considerados como determinados a la hora de mantener el statu quo. Los funcionarios, y en concreto los altos funcionarios (vinculados directamente al poder), son los que han resultado favorecidos por esta política.
Candidatos | % votos obtenidos | |
Liamin Zeroual | (AND) | 61,43 |
Mahfud Nahnah | (MSP) | 25,38 |
Sa`id Sa`di | (ACD) | 9,29 |
Nureddin Bukruh | (Partido para la Renovación Argelina) |
3,78 |
Fuente:
Naciones
Unidas. |
Las elecciones de 1995 tratan de llenar un vacío de poder que existía en Argelia desde el golpe de estado de 1992 . Con el golpe de estado se puso de manifiesto, según Gema Martín, "la ausencia de pacto democrático, la falta de un proceso constituyente, la resistencia del poder a entender la oposición política en el marco de la alternancia, etc".
La participación en las elecciones presidenciales de 1995 llegó, según datos oficiales, al 74.92%, una tasa alta de participación, equiparable, según Gema Martín, a la participación en las elecciones legislativas de 1992. A su vez, el voto en estas elecciones presidenciales se interpretó en su momento como un voto por la paz.
Resultados de las elecciones en la Asamblea Popular Nacional de Argelia de 5 de junio de 1997 y del Consejo de la Nación de 25 de diciembre de 1997:
Partits polítics | Nš de escaños en la Asamblea Popular Nacional (sobre 380) | Nš de escaños en el Consejo
de la Nación (sobre 96 que son elegidos indirectamente) |
Agrupación Nacional Democrática (AND) | 156 | 80 |
Movimiento Social por la Paz (MSP) | 69 | 2 |
Frente de Liberación Nacional (FLN) | 62 | 10 |
Movimiento de la Nahda Islámica o Movimiento del Renacimiento Islámico | 34 | 0 |
Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) | 20 | 4 |
Agrupación por la Cultura y la Democracia (ACD) | 19 | 0 |
Independientes | 11 | 0 |
Partido de los Trabajadores (PT) | 4 | 0 |
Partido Republicano Progresista | 3 | 0 |
Unión por la Democracia y las Libertades | 1 | 0 |
Partido Social Liberal (PSL) | 1 | 0 |
** El Consejo de la Nación está formado por 144 miembros. 96 son elegidos de manera indirecta y los otros 48 fueron elegidos directamente por el Presidente de la República el 27 de diciembre de 1997.
Las elecciones legislativas de 1997 no presentaron, según el informe de Naciones Unidas, garantías suficientes de neutralidad y transparencia. Y se acusa al gobierno de haber contribuido al fraude electoral.
La composición de la Asamblea Popular Nacional derivada de estas elecciones de 1997, deja bien claro la existencia de tres grandes grupos políticos e ideológicos. Estos grupos mantienen, a pesar de que se ha de tener en cuenta que el FIS, debido a su ilegalización, no concurrió en estas elecciones.
Los grupos ideológicos que se detectan son, por una parte, el grupo de los progubernamentales que, según el International Crisis Group, estaría compuesto por el Frente de Liberación Nacional (FLN), partido político que había gobernado en régimen de partido único en el período 1962-1989, y la Agrupación Nacional Democrático (AND).
El segundo grupo es el que conforma la opción islamista representado por el Movimiento por la Paz (MSP) y por el Movimiento de la Nahda Islámica .
Finalmente, existe un tercer grupo, los llamados por el ICG como "democráticos" y que estaría compuesto por la Agrupación por la Cultura y la Democracia que encabeza la tendencia erradicadora (antiislamista radical), por el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) y por el Partido de los Trabajadores (PT).
La comunidad internacional ha restado indiferente ante las constantes noticias de matanzas, asesinatos, desapariciones, etc, de las que se tenía conocimiento bien a través de los medios de comunicación o bien a través de diferentes testimonios. Ni la Unión Europea, ni los países que la componen a título particular, ni Estados Unidos, que son los principales socios comerciales de Argelia, han realizado ninguna acción efectiva para denunciar y parar la brutal situación que se vive en Argelia.
A título informativo se ha de señalar que, en 1998, la Unión Europea envió una comisión en Argelia, la primera desde 1992. La comisión intentó sin éxito que el gobierno argelino aceptara la ayuda humanitaria que se le ofrecía o accediera a dejara entrar a los relatores de Naciones Unidas que investigan los casos de tortura y ejecuciones extrajudiciales. En 1998, un grupo de la ONU dirigido por Mario Soares también visitó Argelia e hizo, entre otras, las siguientes demandas al gobierno argelino: que se prestara atención a las denuncias de detención arbitraria, a las de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones, que el gobierno argelino pidiera explicaciones y responsabilidades por sus actos a los encargados de hacer cumplir la ley, a las fuerzas de seguridad y a los Grupos de Legítima Defensa . Estas demandas no fructificaron.
El papel de Francia, como antigua metrópolis, tampoco ha sido muy lucido. En especial, porque no dio su apoyo a la propuesta hecha por organizaciones de defensa de los derechos humanos de llevar a cabo investigaciones sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas en Argelia.
Por su parte, Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de Argelia, han mantendio una actitud ambigua respecto al papel que ha de jugar la comunidad internacional respecto a la situacción de deterioro progresivo de los derechos humanos en el país magrebí. Por una parte, mediante informes anuales sobre la situación de los Derechos Humanos del Departamento de Estado se han denunciado las violaciones masivas de los derechos humanos cometidas, mayoritariamente, contra la población civil. La autoría de las mismas, según el Departamento de Estado de Estados Unidos, se puede atribuir a los grupos islámicos y, ciertos abusos se pueden atribuir a las fuerzas de seguridad argelinas. Las denuncias se han quedado en el papel y las acusaciones contra las fuerzas de seguridad argelinas por violar los derechos humanos no se pueden considerar importantes dentro del informe comentado.
Además, en el ámbito internacional, Estados Unidos se ha negado durante 1998 a introducir una resolución sobre Argelia en la Comisión de Derechos Humanos. Con esto, la crisis humanitaria argelina quedó fuera de la agenda de esta Comisión.
La negativa internacional a la investigación de la situación humanitaria argelina contrasta con la actitud de los diferenes países que poseen embajadas en el país. Amnistía Internacional, en su informe de 1997, denuncia el trato que reciben las personas que piden asilo en países extranjeros. Mientras que los países con embajadas en Argelia protegen a sus miembros debido a las amenazas recibidas y recomiendan a sus poblaciones no viajar por el país magrebí debido a la falta de seguridad existente, niegan el asilo a los y las argelinas que lo piden alegando "que no está probado que estén en peligro en su país" a pesar de existir informes sobre la situación de inseguridad que sufre la población civil.
Banco Africano de Desarrollo, Banco Árabe por el Desarrollo Económico en África (ABEDA), Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social (AFESD), Liga Árabe, Unión del Magreb Árabe (UMA), Fondo Monetario Árabe, G-15, G-19, G-24, G-77, Interpol, Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Organización para la Unidad Africana, Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Naciones Unidas (NNUU)