México: Chiapas y la UNAM

¿Tienen algo en común los conflictos en Chiapas y en la UNAM? ¿Pueden ser considerados como determinantes en la situación política de México?

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es la mayor Universidad de Latinoamérica. Cuenta en la actualidad con más de 250.000 alumnos y un presupuesto de 9.500 millones de pesos (aprox. 150.000 millones de pts).

El 20 de abril de 1999 comenzó un movimiento estudiantil por la enseñanza universitaria pública y gratuita. El entonces rector, Dr. Barnés, pretendía aprobar un nuevo reglamento de pagos que subía la cuota de ingreso de 20 centavos semestrales a 500 ó 1000 pesos. Esta subida culminaba un proceso iniciado ya unos años atrás en el marco de las políticas neoliberales de privatización del "Presidente" Zedillo que, bajo el eufemismo de desmasificar la Universidad, pretendía hacer de la enseñanza otro negocio más en la lógica de y para el mercado.

El Consejo General de Huelga (CGH), la forma con que los estudiantes se dotaron para su organización, presentó un pliego petitorio de 6 puntos mínimos para el levantamiento de la huelga. Entre ellos, la retirada del nuevo reglamento de pagos y la realización de un Congreso Universitario que definiera el modelo de Universidad. Tras meses de intensa movilización, la huelga forzó la dimisión del rector Barnés. El nuevo rector, Juan Ramón de la Fuente, firma los primeros acuerdos con los estudiantes, en los que se acepta al CGH como interlocutor, y al diálogo y al acuerdo como único método para la resolución del conflicto.

Sin embargo, De la Fuente incumple los acuerdos, y a mediados de enero promueve unilateralmente un plebiscito en la comunidad universitaria con el que busca legitimar su postura. El CGH realiza asimismo una consulta propia. Son ya 9 meses de huelga en los que el gobierno se ha empleado a fondo en contra del movimiento estudiantil: campañas de intoxicación y desinformación a través de los medios de comunicación afines, que satanizan el movimiento ante la opinión pública; grupos de provocadores a sueldo (los porros); secuestros, amenazas... Los poderes fácticos del país (patronal, jerarquía eclesiástica, medios de comunicación y hasta el coordinador de finanzas del candidato del PRI a la Presidencia) pierden la paciencia y publican un manifiesto en el que, tras afirmar que no cabe ya más diálogo, emplazan al Presidente de la República a que, con toda firmeza, restablezca el estado de derecho...

El rector utiliza los resultados de su plebiscito para justificar el uso de la fuerza. Azuza el enfrentamiento entre universitarios, se hacen frecuentes los actos de provocación de los grupos de porros, ensayos preliminares del uso de la fuerza... El 6 de febrero, una fuerza pública paramilitar proveniente del Ejército Federal, la Policía Federal Preventiva (PFP), irrumpe en Ciudad Universitaria y desaloja las instalaciones. Son detenidos 800 estudiantes. En los alegatos judiciales, es suficiente conocer a miembros del CGH para ser acusado de "terrorismo", "motín", o "peligrosidad social" ...

Las muestras de solidaridad desde la sociedad civil nacional e internacional se multiplican en actos que van desde las protestas ante representaciones diplomáticas, a cartas públicas como las de los rectores de las cuatro Universidades de Barcelona. 150.000 personas se manifiestan en la Ciudad de México exigiendo la libertad de los detenidos. El CGH afirma que continuará con su lucha.

Se trata también de una protesta generacional que no se debe confundir con los grupos de activistas de diversas tendencias y de alta cohesión interna (los ultras y los moderados) que sí han actuado en momentos dados de manera destacada. La experiencia política en la mayoría de los estudiantes no es dilatada, y se nutre de lo acontecido en el país desde la insurrección zapatista del 94.

El descrédito del sistema político mexicano, la separación entre la clase política y los ciudadanos provoca la crítica y el rechazo a la forma tradicional de hacer y entender la política: hay una desconfianza hacia la clase política en general, se busca la horizontalidad, la vigilancia a los representantes, la rendición de cuentas, autogestión... Todo ello ha hecho que sus procesos de toma de decisiones hayan resultado muchas veces tortuosos. Además, nunca el CGH pudo sacarse la lucha de facciones, hecho este que facilitó en numerosas ocasiones las críticas más duras de intransigencia, de falta de propositividad, etc...

El movimiento estudiantil y el de las comunidades indígenas de Chiapas tienen muchas cosas en común. Así se han reconocido, y desde ahí han mostrado su apoyo mutuo. Ambos son movimientos que cuestionan peligrosamente el proyecto neoliberal en México. Ambos han sido abordados por las autoridades con una misma estrategia cuya planeación podría calificarse de político-militar: simular un diálogo mientras prepara las condiciones para una solución de fuerza, que llegado el momento, se ejecuta sin dilación. Y tienen también en común que, pese a todo, siguen resistiendo.

Links de interés:

CGH: http://www.geocities.com/Baja/Mesa/9813

UNAM: http://www.dialogo.unam.mx

 

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