Población (2003)
Población total: 261,794 hab.
La mayoría de la población de los campamentos está constituida por mujeres y niños.La mayor parte de los hombre están movilizados en zonas liberadas. Las viviendas están constituidas por tiendas de campaña proporcionadas por el ACNUR. Las mujeres tienen a su cargo la práctica totalidad de la vida social y económica de los campamentos, recuperando así el papel preponderante que ejercía en la sociedad nómada. La emancipación de la mujer saharaui resula excepcional en comparación con otros países musulmanes.
A nivel nacional existen dos hospitales generales, dos escuelas internado (12 de Octubre y 9 de Junio), una escuela de mujeres (27 de Febrero) y un complejo avícola-agrícola. Al lado del pozo principal de Rabouni se encuentra el complejo administrativo central. Cada Wilaya tiene un hospital regional, cada daira un centro de salud, una escuela regional, una escuela é un hospital regional, cada daira un centre de salut, una escola regional, un jardín de infancia y un huerto.
La comunicación entre Wilayas y dairas la constituyen pistas y caminos. Sólo existe una carretera, entre Tindouf y la recepción central de Rabuni y entre ésta y la Wilaya de Smara.
Los niños menores de doce años, que todavía quedan en la Jaima (tienda tradicional saharaui) asisten a las clases que se imparten en la escuela de la Wilaya. Cuando superan esta edad estudian en uno de los internados nacionales que existen.
Muchas mujeres salen de la Jaima al mismo tiempo que los niños y las niñas para trabajar en las tareas que tienen asignadas: jardines de infancia, escuelas, dispensarios, trabajos con los comités, etc...
Una vez finalizadas las tareas externas, se ocupan de la preparación de la comida en una cocina adosada a la Jaima, hecho con adobe. También se hacen cargo de ir a buscar el agua para uso doméstico en los pozos de las respectivas dairas.
Un ejemplo de los trabajos es la construcción de ladrillos, en la que las mujeres excavan la tierra, abren trincheras, transporan el agua que sujetará la arcilla, darán forma a los maones, que más tarde se cocerán al sol durante algún tiempo. Otros ejemplos de estos trabajos colectivos son los trabajos en los huertos, el transportes del agua, el cuidado del ganado, la distribución de la comida,...
A los siete días del nacimiento se organiza una gran fiesta de celebración en la que se procede a la elección del nombre, de entre los de los abuelos, tíos abuelos y resto de predecesores. Las abuelas materializan cada nombre con un canto rodado, y la madre con los ojos cerrados elige.
Además de los ritos del nombre existe la ceremonia de la ofrenda al sol. Esta ceremonia se lleva a cabo aunque el niño haya muerto antes de los siete días.
Los Comités de aprovisionamiento, cultura, artesanía, asuntos sociales y justicia, son los que se encargan de la organización de los preparativos así como de la Dote.
La ceremonia se inicia con la asistencia a la tienda de dos mujeres del comité de justicia, el novio, la novia y el Kadi. Después de la lectura del Corán, se pide el consentimiento de los novios. Es imprescindible la presencia de la novia para que éste sea válido.
Una vez los gritos de alegría ezkharit, grito muy similar al “Irritzi” vasco, se extienden por los alrededores, la novia fue a su tienda y se pone un vestido blanco y negro de novia, conn henna en sus manos y con joyas heredadas.
Por la noche, vecinos y parientes acompañan al novio a la tienda de la ceremonia, donde se toma té, se habla, se quema incienso, se canta y se baila. Más tarde se retiran los invitados y se queda la familia más íntima, que finalmente dejarán solos a los novios. Al día siguiente todos se dedican a esconder a la novia para que el novio la busque, es un juego tradicional. La celebración acaba con una fiesta de la novia y de sus amigos y con la preparación de la tienda de los novios.
En los casos en que uno de los miembros del matrimonio se sintiese abandonado o insatisfecho por su matrimonio se puede pedir el divorcio. La poligamia está permitida, pero es una característica poco común entre los saharauis.
La preparación del té constituye un ritual muy característico y es imprescindible respetarlo. Se hacen tres rondas, la primera es de gusto amargo como la vida, la segunda es dulce como el amor, y la tercera suave como la muerte. El rito tiene su lenguaje particular. Por ejemplo, cuando una persona te ofrece el té con un discreto giro de la mano significa que le atraes.
Es obligatoria la visita diaria a los vecinos más próximos y familiares cercano, si éstos están enfermos o necesitan ayuda.
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