de paz arabe-israelí
(1991-2004)
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Unp de los elementos negativos que se pueden extraer
de la conferencia de Madrid fue el hecho de que el esquema de la negociación
y de todo el proceso se pactara sin la participación y supervisión
internacional de las Naciones Unidas. Este papel fue atribuido exclusivamente
a Estados Unidos. Así pues, el proceso de paz nació sin el
marco legal de referencia del conflicto, es decir, el conjunto de resoluciones
de las Naciones Unidas (ved Documentos). Las resoluciones 242 y 338 del
Consejo de Seguridad (ved Documentos) se tomaron como punto de partida
y no como un mínimo incuestionable a cumplir por ambas partes. La
ausencia de Naciones Unidas en el proceso dejó las negociaciones
en manos de la correlación de fuerzas de las partes, extremadamente
desiguales. Este hecho determinará la dinámica del proceso
de paz.
Este Acuerdo significó la definitiva puesta en marcha de la Autonomía Palestina (AP) para Gaza el área de Jericó. Mediante este Acuerdo quedó establecida la dimensión del área de Jericó y la parte de la franja de Gaza que pasaría a manos palestinas (que finalmente supuso un 40 %). También se acordó el reparto de las competencias entre palestinos e israelís. La jurisdicción del organismo autónomo incluía la tierra, el subsuelo y las aguas territoriales. Por el contrario, la jurisdicción de la autonomía palestina no incluyó ni las áreas de repliegue israelí (instalaciones militares y asentamientos), ni los ciudadanos israelís. También quedó limitada la capacidad del organismo autónomo en el campo de las relaciones exteriores (incapacidad de recibir o enviar misiones). Sin embargo, el Acuerdo habilita al organismo autónomo palestino para establecer acuerdos económicos, de asistencia, culturales, educacionales y científicos, y a implementar los planes de desarrollo regional en su jurisdicción. Por otra parte, este documento especifica la capacidad y la forma de los poderes ejecutivo y legislattivo de la autonomía. También explicita las bases y las condiciones para la creación de una policía palestina. Ésta tendrá fuertes restricciones en su actuación, pero sobre todo por lo que respecta a la adquisición y uso de armas de fuego.
Para el que hace a la negociación del Estatus permanente, ambas partes se comprometen a reprender los contactos en los términos acordados en la agenda y de forma fluída, para llegar a un acuerdo final antes de cinco meses desde la represa de los contactos (que formalmente se reprendieron en septiembre de 1999). En el texto del acuerdo ambas partes afirman entender que la negociación ha de llevar a la implementación de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La delegación palestina, pero, reconoció que también será necesario cumplir las resoluciones 194 (1948) de la Asamblea General de las Naciones Unidas (retorno de los refugiados) y 465 (1980) del Consejo de Seguridad (desmantelamiento de los asentamientos judíos de los territorios ocupados) para llegar a una solución satisfactoria. El Acuerdo para el estatus permanente habría de llegar, según lo establecido al documento y los acontecimientos (1a y 2a de las nuevas fases del despliegue finalizadas en marzo de 2000), durante el mes de septiembre del año 2000. Que se llegue a un acuerdo dependerá de las mismas negociaciones y de la estabilidad del Gobierno israelí de Ehud Barak.
Para el que hace proceso de despliegue israelí los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, el acuerdo prevé la puesta en marcha de tres nuevas fases:
- 5 de septiembre de 1999: transferencia de un 7 % de zona C a zona B.
- 15 de noviembre de 1999: transferencia de un 2 % de zona B a zona A; un 3 % de zona C a zona B.
- 20 de enero de 1999: transferencia de un 1 % de zona C a zona A; un 5,1 % de zona B a zona A.
Como resultado de los dos primeros despliegues, finalizados durante el mes de marzo de 2000, el 18 % del territorio de Cisjordania es actualmente zona A y el 21 % zona B. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores isaraelí (18 de junio de 2000), el 40 % del territorio de Cisjordania está bajo control de la Autoridad (Nacional) Palestina.
Para el que hace a los prisioneros, ambas partes se comprometieron a poner en marcha un comité conjunto para solucionar y supervisar el cumplimiento del acuerdo. Israel se comprometía a liberar a todos los presos palestins que cometieron delitos antes del 13 de setembre de 1993 y que fueron detenidos antes del 4 de mayo de 1994. La primera fase quedó fijada para el 5 de septiembre de 1999 (200 presos) y la segunda, para el 8 de octubre de 1999 (150 prisioneros. Asimismo, Israel se comprometió a intentar liberar a todos los presos palestinos antes del siguiente Ramadán (diciembre de 1999).
Para el que hace a la construcció del puerto marítimo de Gaza, los israelíes aceptaron que la Autoridad Palestina comience las obras el día 1 de octubre de 1999. También acordaron que no estaría abierto al funcionamiento hasta que viera la luz un protocolo que definiera los aspectos de su uncionamiento, incluida la seguridad y el control de movimiento de mercaderías y personas.
En este acuerdo también se habló de la ciudad de Hebrón (compromiso para la revisión de la situación de la Tumba de los Patriarcas -Al Haram Al Ibrahinmi--, y para la apertura de la carretera de Shusada a los vehículos palestinos), y de la seguridad. En este último punto, la Autoridad Palestina se comprometió a implementar todas las obligaciones de los acuerdos previos, pero especialmente las que se derivan del Memorándum de Wye Plantation (confiscación de armas ilegales o no controladas en los territorios bajo su control o zonas A i B, la detención de sospechosos y la confección de la lista de nombres de los miembros de la policía palestina). Al mismo tiempo, ambas partes se comprometieron a no hacer ningún paso para modificar el actual estatus de Cisjordania y la Franja de Gaza, en la espera de las negociaciones sobre el Estatus Permanente.
El Informe Mitchell es el resultado del mandato del Presidente Clinton (octubre de 2000) a una comisión de expertos, encabezada por el senador norteamericano George J. Mitchell, para que estudiasen la situación de violencia generada en Israel y en los territorios ocupados, sus causas y las posibles salidas. Este informe describe la situación creada por la denominada "Intifada de Al-Aqsa", inaugurada a partir de la visita de Ariel Sharom a la explanada de las Mezquitas, y cuales son los pasos a seguir por las dos partes para detener la violencia, construir de nuevo la confianza entre los interlocutores y retomar las conversaciones de paz. El informe evita en todo momento responsabilizar a Israel y la visita de Sharom a la explanada de las Mezquitas, como detonante de la violencia. Como contrapartida también admite que la nueva intifada es una reacción no planificada desde la Autoridad Palestina. En este sentido, más que un informe, el escrito parece una declaración pactada. El informe trata de desglosar los pasos necesarios para retomar la vía de la negociación. En una primera fase, deben tomarse medidas para poner fin a la violencia, para a continuación sentar las bases de una nueva confianza mutua. En una tercera y última fase el informe hace una serie de recomendaciones a las partes con el objeto de retomar las negociaciones. A la Autoridad Palestina le reclama una total firmeza en la lucha contra el terrorismo proveniente del lado palestino, y la reanudación de la cooperación en materia de seguridad con Israel y los supervisores de los EEUU (la CIA). Esa cooperación debe transformarse en un mayor control de los grupos radicales y de los palestinos que van a trabajar a Israel, y evitar así, la proliferación de atentados suicidas en territorio israelí. Por otro lado, el informe recomienda al gobierno israelí la puesta en marcha de varias medidas. En primer lugar, detener toda construcción de nuevos asentamientos de población o ampliación de los ya existentes en los territorios ocupados, ni siquiera para hacer frente al crecimiento demográfico. Una de las excusas habituales del gobierno israelí es que la ampliación de los asentamientos responde únicamente a la necesidad de hacer frente al crecimiento de la población. En segundo lugar, que Israel devuelva sus efectivos militares a las posiciones que ocupaba antes del 28 de septiembre de 2000. El informe también recomienda a Israel que ponga fin a la política de cierre de territorios, que no permite acudir a trabajar a un importante número de palestinos, aumentando si cabe la crisis económica que padecen los territorios ocupados. Por último, el informe recomienda a Israel que responda de manera proporcionada a las provocaciones y a los disparos que provengan de zonas palestinas, y a ser posible que utilice armas no-letales. Recomendamos la lectura del documento, que en algunas afirmaciones realiza verdaderas acrobacias verbales para evitar hacer acusaciones obvias a alguna de las partes.
Marzo de 2002
La iniciativa de
Paz Árabe (Plan saudí, Beirut), (inglés)
Traducción del Observatori Solidaritat.
El Consejo de Estados Árabes reunidos en su 14ª sesión ordinaria,
reafirmando la resolución tomada en junio de 1996 en la reunión
extraordinaria del Cairo, en la que se reconocía que una paz justa y
global en Oriente Medio, en el marco de la legalidad internacional, es una opción
estratégica para los países árabes, y que requeriría
un compromiso comparable por parte del estado de Israel.
Habiendo escuchado la intervención de su alteza real el Príncipe
Abdullah bin Abdul Aziz, príncipe del Reino de Arabia Saudita, que ha
presentado su iniciativa llamando a la retirada israelí de todos los
territorios árabes que ocupa desde 1967, implementando así la
las Resoluciones del Consejo de Seguridad Consejo de Seguridad 242 y 338 , reafirmando
la Conferencia de Madrid de 1993 y el principio paz por territorios, y la aceptación
por parte de Israel de un estado palestino in dependiente con capital en Jerusalén
Este, a cambio del establecimiento de relaciones normales en un contexto de
paz global con Israel.
Emanando de la convicción de los países árabes de que una
solución militar al conflicto no alcanzará la paz ni procurará
seguridad a las partes, el consejo:
1. Pide a Israel que reconsidere sus políticas y declare que una paz
justa es un opción estratégica para el estado de Israel.
2. Además pide a Israel que lleve a cabo:
I. un retirada completa israelí de todos los territorios ocupados desde
1967, incluidos los Altos del Golán sirios, a las fronteras anteriores
al 4 de junio de 1967, y de los territorios libaneses que aún ocupa en
el sur del Líbano.
II. Llegar a una solución justa para el problema de los refugiados palestinos
de acuerdo con la Asamblea General de las Naciones Unidas 194 (III).
III. La aceptación del establecimiento de un estado palestino soberano
e independiente en los territorios ocupados des del 4 de junio de 1967, Cisjordania
y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como capital.
3. Consecuentemente los países árabes se comprometen a lo siguiente:
I. a considerar finalizado el conflicto árabe-israelí, a firmar
acuerdo de paz con Israel y a procurar seguridad para todos los estados de la
región.
II. A normalizar las relaciones con Israel en el marco de una paz global.
4. Asegurar el rechazo a todas las formas de nacionalización que puedan
comportar situaciones conflictivas con especial atención a las circunstancias
de los países árabes receptores.
5. Llama también a Israel y a todos los israelíes a aceptar la
iniciativa con el objetivo de salvaguardar las perspectivas de paz y cesar el
derramamiento de sangre, permitiendo a los países árabes y a Israel
vivir en paz y en buena vecindad y procurar a las nuevas generaciones un futuro
con seguridad, estabilidad y prosperidad.
6. Invita a la Comunidad Internacional, a todos lo países y organizaciones
a apoyar esta iniciativa.
7. Pide al presidente de la reunión la formación de un comité
especial compuesto por algunos de sus miembros más directamente afectados
y el Secretario General de la Liga Árabe para mantener los contactos
necesarios para procurar apoyo a esta iniciativa a todos los niveles, particularmente
a las Naciones Unidas, el Consejo de Seguridad, los Estados Unidos, la Federación
Rusa, los estados musulmanes y la Unión Europea.
Junio de 2002
Plan de 100 días para la Reforma del Gobierno de la Autoridad Palestina, (inglés). Autoridad Palestina.
Diciembre de 2002
Para la Promoción de una solución al conflicto palestino-israelí que contemple la creación de dos estados. (inglés). Autoridad Palestina.
Abril 30 de 2003
Mapa de Ruta para Oriente Medio (Middle Oest Road Map).
Iniciativa del Cuarteto formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia que prevé la implementación de medidas recíprocas de confianza para poner fin a la violencia. (en inglés)
Junio 1 de 2003
14 objeciones israelíes (Ariel Sharom) al Mapa de Ruta para Oriente Medio (Middle Oest Road Map).
Las 14 objeciones israelíes han sido denominadas y conformadas como una verdadra linea roja que la posición israelí no está dispuesta a cruzar. (en inglés)
2 Diciembre de 2003
Documento acordado en secreto para la resolución del conflicto palestino-israelí, y publicitada a finales de octubre como no oficial, que encabezaban individuos de la izquierda israelí y palestinos próximos a la Autoridad Palestina bajo la dirección del laborista y ex ministro de Justicia Yossi Beilin y de Yaser Abed Rabbo, asistente de Yaser Arafat y miembro del equipo negociador palestino.
La publicación de los Acuerdos de Ginebra generaron un importante rechazo por parte de amplios sectores palestinos al considerarlos ajenos a sus intereses nacionales y colectivos: no sólo anula el Derecho al Retorno de los refugiados palestinos, tal y como les reconoce la resolución 194 de Naciones Unidas , sino que opera en contra de las reivindicaciones legítimas palestinas al formalizar la solución de "dos Estados" haciendo caso omiso de la legalidad internacional y salvaguardando las exigencias israelíes de que cualquier futuro Estado palestino tendrá que quedar sujeto al control territorial -fronteras de tierra, mar y aire- poblacional, económico y de seguridad de Israel.
25 Enero de 2004.
El Primer Ministro israelí Ariel Sharon anunció su intención de una retirada unilateral de las fuerzas israelíes de Gaza y una parte del norte de Cisjordania. Esta “retirada estratégica” permite a Israel conservar recursos que eran malgastados en los asentamientos, reducir la fricción con los palestinos, y reducir la presión internacional sobre Israel. Este movimiento sorpresa del “padre” de la actividad de los asentamientos israelí permite a Israel el camino libre para operar contra los terroristas en Gaza.
Para asegurarse la legitimidad de la derecha israelí, ideológicamente
opuesta a la retirada, Sharon propuso un referéndum entre los votantes
del Likud. Además, viajó a los EEUU en abril del 2004 y obtuvo
“concesiones” del presidente George W. Bush para su plan.