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En marzo de 1998, la violencia estalló de forma abierta en Kosovo, concretamente en la región de Drenica. A medida que avanzaba el año 1998, la violencia y la tensión en Kosovo iba aumentando. La consolidación del Ejército de Liberación de Kosovo como actor clave y la radicalización de las dos partes, puso en alerta a la comunidad internacional. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en virtud del Capítulo VII de la Carta, adoptó el 31 de marzo de 1998 la resolución 1160.
Actuando bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas,
1. Apelar a la República Federal Yugoslava a que dé immediatamente los pasos necesarios para llegar a una solución política en el tema de Kosovo a través del diálogo e implementar las acciones indicadas en los comunicados del Grupo de Contacto del 9 y 25 de marzo de 1998.
2. Apelar también a los líderes albano-kosovares para que condenen todas las acciones terroristas, y enfatiza que todos los elementos de la comunidad Albano-Kosovar deberían perseguir sus objetivos a través solamente de medios pacíficos.
3. Subraya que la vía para vencer la violencia y el terrorismo en Kosovo es que las autoridades de Belgrado ofrezcan a la comunidad Albano-Kosovar un genuino proceso político.
4. Apelar a las autoridades de Belgrado y a los líderes de la comunidad Albano-Kosovar que inicien urgentemente un diálogo sin precondiciones sobre el tema del estatus político, y apunta la disposición del Grupo de Contacto para facilitar el diálogo.
(.../...)
8. Decide que todos los Estados han de impedir la venta o suministro a la República Federal de Yugoslavia, incluyendo Kosovo, por sus nacionales o desde sus territorios o utilizando aviones o barcos con su bandera, de armamento, material de cualquier tipo como armas y munición, vehículos militares y equipamiento, así como facilitar el suministro de armas y el entrenamiento para actividades terroristas.
(.../...)
16. Decide reconsiderar la situación en base a los informes del Secretario General, el cual recogerá (tendrá en cuenta) las valoraciones de, entre otros, el Grupo de Contacto, de la OSCE y la Unión Europea, y decide además reconsiderar las prohibiciones impuestas por esta resolución, incluyendo acciones encaminadas a poner fin a estas prohibiciones. Después de haber recibido las indicaciones del Secretario General de que el gobierno de la República Federal de Yugoslavia, cooperando de una manera constructiva con el Grupo de Contacto,
(a) ha iniciado un diálogo sustantivo de acuerdo con el parágrafo 4 de esta resolución, incluyendo la participación de un representante externo, .......
(b) ha retirado las unidades de la policía especial y ha cesado las acciones de las fuerzas de seguridad.
(c) ha permitido el acceso a Kosovo de las organizaciones humanitarias, así como de los representantes del Grupo de Contacto y otras embajadas.
(d) ha aceptado una misión del Personal Representante de la presidencia de la OSCE para la República Federal de Yugoslavia que incluiría un nuevo mandato específico para el redireccionamiento de los problemas en Kosovo, así como el retorno de la misión a largo plazo de la OSCE.
(e) ha facilitado una misión en Kosovo del Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
RESOLUCIÓN 1199, de 23 de septiembre de 1998
Tras un periodo de relativa calma en Kosovo, en septiembre de 1998, ante el agravamiento de la situación, el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 1199. En esta resolución se exige tanto a la República Federal Yugoslava como a los líderes albano-kosovares el cese de la violencia y el inicio de un proceso político. En los puntos 11 a 16, se pide la colaboración de los Estados Miembros para que favorezcan el cumplimiento de esta resolución.
Afirmando que el deterioro de la situación en Kosovo, República Federal de Yugoslavia, constituye una amenaza para la paz y la seguridad de la región,
Actuando bajo el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas,
1. Exige que todas las partes, grupos e individuos detengan inmediatamente todas las hostilidades y que mantengan un alto el fuego en Kosovo, República Federal de Yugoslavia, el cual mejoraría las perspectivas de un diálogo significativo entre las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y los líderes albano-kosovares, además de reducir el riesgo de catástrofe humanitaria;
2. Exige también que las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y los líderes albano-kosovares tomen medidas inmediatas para mejorar la situación humanitaria y para alejar la inminente catástrofe humanitaria
3. Pide a las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y los líderes albano-kosovares que establezcan immediatamente un diálogo significativo sin condiciones previas y de implicación internacional, y que dediquen tiempo para encontrar un camino que lleve al final de la crisis y a una solución política negociada para el tema de Kosovo, y da la bienvenida a los actuales esfuerzos que apunten a facilitar este diálogo.
4. También exige que la República Federal de Yugoslavia, además de las medidas solicitadas bajo la resolución 1160 (1998) aplique inmediatamente las siguientes medidas concretas para conseguir una solución política para la situación de Kosovo. Estas medidas son contenidas en la declaración del 12 de junio de 1998 del Grupo de Contacto:
(a) detener toda acción de las fuerzas de seguridad que afecte a la población civil y ordenar la retirada de las unidades de seguridad utilizadas para la represión de civiles;
(b) permitir un control internacional efectivo y continuo en Kosovo por parte de la Misión de Control de la Comunidad Europea y de misiones diplomáticas acreditadas en la República Federal Yugoslava, incluyendo el acceso y una total libertad de movimientos de estos controles tanto de entrada como de salida y también dentro del mismo Kosovo, sin impedimento alguno por parte de las autoridades de gobierno, así como también la expedición de documentos de viaje adecuados para el personal internacional que contribuye a los controles.
(c) Facilitar, de acuerdo con UNHCR y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), la vuelta en términos de seguridad de los refugiados y deportados a sus hogares, y permitir un libre acceso y sin trabas a las organizaciones humanitarias y a las provisiones.
(d) Realizar un progreso rápido en relación con el diálogo con la comunidad albano-kosovar, diálogo mencionado en el parágrafo 3 y que se pide en la resolución 1160 (1998), con la finalidad de acordar medidas que contribuyan a la confianza y de encontrar una solución política a los problemas de Kosovo;
(.../...)
11. Solicita a los Estados que persigan los medios consistentes con su legislación nacionales y sus leyes internacionales pertinentes para evitar que se reunan fondos en su territorio destinados a contravenir la resolución 1160 (1998);
12. Pide a los Estados Miembros y a otros implicados que proporcionen recursos adecuados para la asistencia humanitaria en la región y que respondan rápida y generosamente a la llamada de la Inter-Agencia Consolidada de las Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria Relacionada con la Crisis de Kosovo;
13. Pide a las autoridades de la República Federal de Yugoslavia, a los líderes de la comunidad albano-kosovar y a todo aquel que esté implicado, que colaboren plenamente con el Fiscal del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia en la investigación de posibles violaciones dentro de la jurisdicción del Tribunal;
14. Subraya también la necesidad de que las autoridades de la República Federal de Yugoslavia entreguen a la justicia aquellos miembros de las fuerzas de seguridad que hayan estado involucrados en maltratos de civiles y en la destrucción deliberada de propiedades;
15. Solicita que el Secretario General proporcione regularmente informes al Consejo, cuando sea necesario, sobre su valoración del cumplimiento de esta resolución por parte de las autoridades de la República Federal de Yugoslavia y de todas las partes de la comunidad albano-kosovar, incluyendo sus informes regulares sobre el cumplimiento de la resolución 1160 (1998);
16. Decide, en caso de que las medidas concretas exigidas en la presente resolución y en la resolución 1160 (1998) no sean adoptadas, considerar el tomar acciones y medidas adicionales para mantener o restaurar la pa y la estabilidad en la región;
La OTAN justificaría más tarde la intervención militar amparándose en lo que dice el punto 16 de la resolució 1199. Según Javier Solana, este punto habilita (o autoriza) a la OTAN a utilizar la fuerza en Kosovo y en el territorio de la República Federal Yugoslava.
En octubre de 1998, la República Federal Yugoslava llegó a un acuerdo con la OSCE para desplegar una misión de verificación sobre el terreno, que había de velar por el cumplimiento de las resoluciones 1160 y 1199 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Este acuerdo llegó después de una escalada de tensión y de una nueva amenaza militar de la OTAN. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizó esta misión (Kosovo Verification Mission) a través de la resolución 1203 de 24 de octubre de 1998. La OSCE, puso en marcha la KVM el 25 de octubre de 1998 a través de la Decisión del Consejo Permanente de la OSCE nº 263.
Con la intención de solucionar el conflicto el Grupo de Contacto para la Ex-Yugoslavia (formado por los ministros de asuntos exteriores de Alemania, Rusia, EEUU, Gran Bretaña, Francia e Italia) elaboró un documento que había de servir de base para las conversaciones que tuvieron lugar en el palacio de Rambouillet en París. Finalmente esta propuesta sólo fue aceptada por la delegación albano-kosovar en una segunda ronda celebrada en París a mediados del mes de marzo. El rechazo del documento por parte de la delegación del gobierno de Belgrado imposibilitó el acuerdo.
Puntos relevantes del documento del Grupo de Contacto:
1. Retirada de las unidades de la policía serbia y del Ejército Federal Yugoslavo de la provincia de Kosovo, al menos hasta el límite establecido en los acuerdo del 13 de octubre de 1998.
2. Despliegue de una fuerza internacional armada bajo el mando único de la OTAN (aunque se aceptaría la presencia de fuerzas de países no miembros de la OTAN) para controlar el desarrollo de los acuerdos (Belgrado sólo aceptaba la presencia internacional bajo el mando de la ONU, nunca de la OTAN). Las tropas de la OTAN habían de tener libertad de movimientos y acceso sin restricciones a todo el territorio de la RFY, incluidos el espacio aéreo y las aguas territoriales (concretamente en el Apéndice B del Capítulo VII).
3. Autonomía "sustancial" para la provincia de Kosovo. Creación de instituciones políticas propias, elecciones libres y autonomía legislativa (aunque el texto era muy ambiguo, no establecía ni los niveles ni el ámbito de autonomía). Creación de una policía de Kosovo que respondiese a la composición étnica de la provincia (90 % de población albanesa). Esta autonomía tendría vigencia durante un periodo transitorio de tres años al final de los cuales se convocaría una conferencia para designar el estatus final de la provincia. En ningún caso el acuerdo habla de independencia ni de la celebración de un referéndum de autodeterminación. Este punto del texto era aceptado por las dos partes, aunque con algunas reticencias.
4. Desarme del resto de fuerzas armadas en Kosovo (sin hacer referencia expresa en el ELK)
Reunidos el 23 de febrero en el castillo de Rambouillet, en las cercanías de París, los ministros de Asuntos Exteriores de los países del grupo de contacto (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Rusia) dan su punto de vista respecto a los acuerdos que las diferentes delegaciones habían discutido durante dos semanas. El documento resultante consta de seis puntos:
1. Hay consenso en dar una "sustancial" autonomía para Kosovo pero respetando la soberanía nacional y la integridad territorial de la República Federal Yugoslava. Esto descarta la opción independentista.
2. Los ministros quieren destacar el caracter histórico de la conferencia de Rambouillet ya que impulsa un proceso de aproximación de posiciones (durante mucho tiempo profundamente distantes) ya inaugurado en Londres el 29 de enero.
3. Tal como se esperaba, las negociaciones han sido complejas. Los Acuerdos contemplan el establecimiento de mecanismos que aseguren elecciones libres, la gobernabilidad de Kosovo, la protección de los Derechos Humanos, la protección de los derechos de los miembros de las comunidades nacionales y finalmente un sistema judicial justo.
4. Se constata que los capítulos de los acuerdos que hacen referencia a la implementación de los acuerdos, incluyendo la presencia extranjera civil y militar, no están acabados de redactar, si bien están embastados. Es esencial que todo esto se complete y se firme en su conjunto. Con esta intención, se convoca a una conferencia en Francia, el 15 de marzo para detallar estos mecanismos. El Grupo de Contacto se compromete a controlar de cerca esta fase para completar el proceso de Rambouillet.
5. Las partes implicadas se han de abstener de realizar cualquier acción que ponga en peligro los Acuerdos de Rambouillet. Hay que respetar el alto-al-fuego en Kosovo, abstenerse de realizar acciones provocativas y cumplir las Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Se da pleno apoyo y se pide seguridad para la misión y el personal de la Misión de Verificación a Kosovo de la OSCE. Las partes en conflicto son las responsables de lo que pueda pasar con este personal.
6. El Grupo de Contacto realiza un llamamiento a trabajar por llegar a una solución satisfactoria para "toda la gente de Kosovo", sólo un acuerdo puede crear las condiciones que eviten una "catástrofe humanitaria". Aquellos que impidan el desarrollo de los acuerdos, provoquen hostilidades, o que amenacen la seguridad de la misión de la OSCE, serán señalados como responsables por sus acciones.
Después de la segunda ronda (15 de marzo de 1999) de conversaciones no se llegó a ningún acuerdo. Solamente la delegación albano-kosovar firmó el documento del Grupo de Contacto, mientras que la delegación yugoslava lo consideró inadmisible. A continuación podéis ver cómo las dos partes justificaron y acusaron a la otra parte de haber obstaculizado el camino hacia un acuerdo.
Esta es la declaración de los representantes del Grupo de Contacto tras el fracaso de las conversaciones de Rambouillet:
1. Los Acuerdos de Rambouillet son la única solución pacífica del problema de Kosovo.
2. En París, la delegación albano-kosovar, aprovechando su oportunidad, a través de su firma, han aceptado los acuerdos en su totalidad.
3. Lejos de aprovechar la oportunidad, la delegación Yugoslava ha intentado destruir los Acuerdos de Rambouillet.
4. Es por esto que, después de consultar con el resto de miembros del Grupo de Contacto (Alemania, Italia, la Federación Rusa, los EEUU, la Unión Europea y el jefe de la oficina de la OSCE), consideramos que no tiene sentido extender más en el tiempo las conversaciones. Las negociaciones quedan aplazadas. Las conversaciones no se retomarán hasta que los serbios acepten los acuerdos.
5. Immediatamente comenzaremos consultas con nuestros aliados para estar preparados para actuar. Estaremos en contacto con el secretario general de la OTAN. Hemos pedido al jefe de la oficina de la OSCE que tome las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la Misión de Observación en Kosovo. El Grupo de Contacto continuará haciéndose cargo de la cuestión.
6. Avisamos a las autoridades de Belgrado que cualquier ofensiva sobre el terreno, o limitación en la libertad de movimientos de la Misión de Observación en Kosovo, violaría los acuerdos a que estas llegaron con la OSCE. Cualquier violación de este tipo comportará graves consecuencias.
Después de la segunda ronda de conversaciones en Rambouillet, el Gobierno Federal Yugoslavo emite un comunicado oficial que da idea de la gran distancia existente entre las posiciones de las distintas delegaciones.
En la reunión de hoy, presidida por el Primer Ministro Momir Bulatovic, el Gobierno Federal ha revisado los procedimientos y los resultados de las reuniones sobre Kosovo y Metohija mantenidas en Rambouillet y París, así como el comunicado realizado por los dos Co-Presidentes. El Gobierno Federal ha destacado que las negociaciones han sido pospuestas. Al mismo tiempo, algunos representantes internacionales están poniendo en duda los medios diplomáticos y han intensificado las amenazas contra nuestros país, lo cual es reprobable.
El Gobierno Federal ha destacado que las conversaciones de Rambouillet no han sido conducidas hacia el acuerdo político. Esto ha sido confirmado en los comunicados de los Co-Presidentes, y también sobre la base de esta valoración han sugerido continuar las negociaciones. No ha habido conversaciones en París. Así, no se ha podido llegar a ningún acuerdo. El texto firmado por algunos miembros de albaneses de Kosmet no es el Acuerdo de Rambouillet, es el texto publicado antes de todas las reuniones.
La delegación de la República de Serbia no puede ser culpabilizada del fracaso de las conversaciones. Aceptando los diez principios establecidos por el Grupo de Contacto, se ha demostrado su firme determinación de llegar a un acuerdo político.
El Gobierno Federal insta a que las conversaciones iniciadas sean retomadas y que todos los participantes en estas conversaciones pongan buena voluntad para sacar adelante el texto del acuerdo político, en todos sus aspectos, en la linea de los diez principios del Grupo de Contacto.
El Gobierno Federal da pleno apoyo a la posición de nuestra multiétnica delegación al no aceptar aquellas condiciones del acuerdo político que ponen en cuestión la igualdad de las comunidades nacionales y dando a Kosmet el estatus de tercera unidad federal o de Estado independiente. El Gobierno Federal señala que nadie tiene el derecho de forzar a Serbia y a la República Federal Yugoslava a firmar tal documento.
El Gobierno Federal también da su apoyo al planteamiento de la delegación designada por la República de Serbia según el cual, primero hace falta llegar a un acuerdo político y después hablar sobre su implementación. Un acuerdo político a través del cual los representantes de los partidos políticos de los Albaneses de Kosmet aceptaran autonomía y expresaran respeto por la integridad territorial y la unidad de la República de Serbia será la mejor prueba de que han abandonado el proyecto de destruir el Estado del cual son miembros de pleno derecho. Firmando el acuerdo político, los representantes de los partidos políticos de los Albaneses podrían participar en las conversaciones de su implementación, pero solamente con miembros de la delegación de la República de Serbia.
Belgrado, 19.03.1999
Después de 15 días de bombardeos de la OTAN y de dramáticas imágenes de los 500.000 albano-kosovares expulsados de Kosovo, la ONU, de la mano del su Secretario General, volvió a tomar protagonismo, tras ser excluida por la OTAN de la gestión del conflicto. Kofi Annan hizo una propuesta encaminada sólo a poner condiciones para el cese de la guerra y la reconducción del conflicto por la vía de la negociación. Kofi Annan también se mostró dispuesto a hablar con Slovodan Milosevic, ya que según él, lo más importante era poner fin a la guerra y a la persecución y expulsión de la población albanesa de Kosovo.
A continuación os proponemos que examinéis las dos propuestas de solución pacífica del conflicto que aparecieron después del comienzo de la acción militar de la OTAN. La del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, encaminada más a detener las hostilidades y el desastre humanitario, sólo enuncia las condiciones que habría de cumplir Belgrado para poder detener los bombardeos de la OTAN y abrir una nueva negociación. Y el plan propuesto por el Ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer, que va más allá y propone las condiciones necesarias para el cese de de los bombardeos, un periodo provisional de administración de Kosovo avalado por la ONU y, finalmente, la convocatoria de una Conferencia Internacional que elabore un plan definitivo para la estabilidad en los Balcanes.
Condiciones a aceptar por Belgrado para un cese de las hostilidades y reabrir la vía diplomática:
1. Finalización immediata de la campaña de intimidación y expulsión de población civil.
2. Cese de todas las actividades militares y paramilitares en Kosovo y la retirada de estas de la provincia.
3. Aceptación incondicional del retorno de todos los refugiados y desplazados a sus casas.
4. Aceptación del despliegue de una fuerza militar internacional en un entorno seguro (con el beneplácito de Belgrado) para asegurar el retorno de los refugiados y la distribución de ayuda humanitaria.
5. Permitir la verificación por parte de la comunidad internacional del cumplimiento de estas condiciones.
Respecto a la Alianza Atlántica, el Secretario General de las Naciones Unidas pidió:
1. Suspender los bombardeos de forma immediata en todo el territorio yugoslavo si las autoridades yugoslavas aceptaban y llevaban a cabo las condiciones impuestas.
2. Tras el cese de todas las hostilidades, el Secretario General hace un llamamiento para el retorno inmediato a la vía diplomática y la negociación con presencia de todas las partes implicadas en el conflicto.
EL PLAN ALEMÁN, 14 abril de 1999
La diplomacia alemana preparaba desde hacía tiempo una propuesta de paz para Kosovo consensuada con respresentantes de la Unión Europea, EE.UU. y Rusia. La propuesta no fue ni discutida, parece que en Europa, especialmente en el Rreino Unido, existe el consenso en dar un papel predominante a los aspectos militares y a los EE.UU.
El plan contemplaría:
1. El Ejército yugoslavo y los paramilitares se habrían de retirar de Kosovo, de acuerdo con las resoluciones de la ONU, y la OTAN interrumpe sus ataques durante 24 horas.
2. La retirada de tropas se realizaría con un inicio y un final determinados. Con el final, la OTAN haría coincidir la suspensión permanente de los ataques aéreos.
3. Con la retirada, el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) decretaría un alto-el-fuego, conservando sus posiciones hasta la llegada de una tropa de pacificación internacional, de la que no se especifica la composición, si serían de la OTAN o cascos azules, en todo caso, las tropas que abrirían paso serían "un contingente pacificador de la ONU". Precisamente aquí se encuentra una de las dificultades del plan: qué composición tendrían las tropas pacificadoras? EEUU quiere que la OTAN asuma la dirección. Rusia, por razones de política interna preferiría otra composición que minvase el peso de la Alianza. Alemania contempla tres modelos: el de Bosnia (una tropa formada por la OTAN y otros países); una tropa de Naciones Unidas (Cascos Azules); y tropas de la OSCE. Estos dos últimos modelos serían los mejor aceptados por Rusia.
4. Volverían las organizaciones humanitarias.
5. Los refugiados y desplazados volverían a Kosovo y comenzarían a perfilarse planes de reconstrucción y desarrollo de la zona.
6. LA ONU avalaría una admnistración provisional hasta la solución política definitiva. La aviación aliada y las tropas de tierra en Macedonia y Albania garantizarían la seguridad.
Otro aspecto de la propuesta incluiría la celebración de una conferencia internacional sobre los Balcanes que elaboraría un plan de estabilidad. El problema principal de esta conferencia sería la legitimidad como interlocutor de Slobodan Milosevic, podría darse la paradoja de que, como en Bosnia, Milosevic apareciese como garante de la paz en la región.
Después del encuentro del Consejo de la Alianza Atlántica del 12 de abril, el Secretario General de la OTAN recuerda cuáles son los objetivos de la organización en la operación que está llevando a cabo en Kosovo. Estos objetivos son también las condiciones que se han de cumplir para que se produzca el cese de las operaciones aéreas.
1. El cese verificable de todas las acciones militares y la immediata detención de toda violencia y represión.
2. La retirada de Kosovo del Ejército yugoslavo, policía y fuerzas paramilitares.
3. El emplazamiento en Kosovo de una fuerza militar internacional.
4. La vuelta incondicional y segura de todos los refugiados y personas desplazadas.
5. La disposición de Milosevic a trabajar con base en los Acuerdos de Rambouillet para una solución política para Kosovo en conformidad con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Durante el resto del mes de abril la guerra y el drama de los refugiados continuó. Mientras occidente se debatía entre la posibilidad de una intervención terrestre, Rusia intensificó los esfuerzos en la vía diplomática. Después de muchas reuniones y viajes, ve la luz un nuevo acuerdo, esta vez en el seno del G-8. Pese a que las propuestas aceptadas por todos los miembros son poco concretas, la firma de Rusia supone un avance en la vía diplomática de resolución del conflicto. Este Acuerdo fue negociado por el presidente finlandés Martti Ahtisaari (UE), Viktor Chernimyrdin (Rússia) y un representante de los EUA (Scott Talbott).
Este Acuerdo será implementado en la dirección hacia a la resolución de la crisis de Kosovo bajo los principios siguientes:
1. Finalización immediata y verificable de la violencia y la represión en Kosovo.
2. Retirada verificable de Kosovo de todas las fuerzas militares, policiales y paramilitares de acuerdo con el calendario establecido.
3. Despliegue en Kosovo, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, de una presencia internacional civil y de seguridad capaz de llevar a cabo los objectivos comunes y que actuará bajo lo que estipula el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.
4. La presencia internacional de seguridad, con participación sustancial de la OTAN, habrá de desplegarse bajo un mando y control unificado, y establecer un entorno seguro para toda la población de Kosovo para facilitar el retorno a las sus casas de todos los desplazados y refugiados.
5. Establecimiento de una administración interina para Kosovo, como parte de la presencia internacional, bajo la cual la población de Kosovo gozará de una autonomía sustancial decidida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dentro de la República Federal de Yugoslavia. La administración interina proveerá a Kosovo de una administración provisional mientras sse establezcan y se desarrolllen instituciones provisionales democráticas de autogobierno.
6. Después de la retirada, un número acordado de personal yugoslavo y serbio podrá volver a la provincia para desarrollar las tareas siguientes:
- Tareas de coordinación con la misión internacional civil y la presencia internacional de seguridad.
- Marcar y limpiar los campos de minas.
- Mantener una presencia en los lugares patrimoniales de los serbios.
- Mantener una presencia en los enclaves fronterizos claves.
7. Retorno seguro y libre de todos los desplazados y los refugiados bajo la supervisión del ACNUR y libre acceso a las organizaciones de ayuda humanitaria.
8. La puesta en marcha de un proceso político que lleve al establecimiento de un acuerdo interno que de un autogobierno sustancial para Kosovo, considerando los acuerdos de Rambouilllet y los principios de soberanía e integridad territorial de la República Federal de Yugoslavia y del resto de países de la región, y la desmilitarización del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK).
9. Enfoque claro hacia el desarrollo económico y la estabilización de la región. Esto incluirá la implementación de un pacto de estabilidad para el sureste de Europa con participación internacional para promover la democracia, la prosperidad económica, la cooperación y la estabilidad regional.
10. La suspensión de las acciones militares requerirán, además de la aceptación de los principios antes mencionados, la aceptación de un acuerdo tecnico-militar imprescindible para llevar a cabo los principios del Acuerdo. Este Acuerdo habrá de concluir las modalidades de retirada, los roles y las funciones del personal yugoslavo serbio en Kosovo.