1. El conflicto:
La cuestión principal en Zimbabue es la reforma agraria que aún
está pendiente y que el país arrastra debido a su pasado
como colonia del Imperio Británico. Durante aquel periodo histórico,
los blancos se apropiaron de las mejores tierras que expropiaron a los
africanos, y estos últimos se vieron obligados a trabajar las
tierras menos fértiles y productivas.
De esta forma, actualmente unos 4500 europeos (0,03% de la población)
controlan el 70% de las mejores tierras del país, unos 11 millones
de hectáreas. Estas tierras están sometidas a un modelo
de explotación orientado a la exportación (principalmente
tabaco, flores y cereal) basado en un crecimiento que únicamente
beneficia a los propietarios y que excluye a la gran masa rural de la
población. Además, tenemos que destacar la mano de obra
aún más barata que llega de los países vecinos
como Mozambique.
Toda esta situación es utilizada con fines electoralistas, propagandistas
y racistas contra los granjeros blancos por parte de la ZANU-PF
del Presidente de Zimbabue Robert
Mugabe , quien ha intentado en diversas ocasiones confiscar estas
tierras, pero se ha visto frenado por la presión internacional.
En medio de esta inestabilidad política se ha agravado aún
más la fuerte crisis económica que, sumado a las sequías
que afectaron a toda la región sur del continente los años
2002 y 2003, y a la creciente presencia del VIH/SIDA entre la población,
han sumergido el país en una grave crisis humanitaria que ha
provocado que más de la mitad de la población dependa
de la ayuda internacional.
Finalmente, numerosos organismos han señalado la grave situación
de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales que sufre
el país. Según el informe de 2004 de la Unión Africana,
se producen abusos contra los derechos humanos, así como la complicidad
del Gobierno en casos de tortura, arresto arbitrario de parlamentarios
de la oposición (Movimiento
por el Cambio Democrático) y de abogados de derechos humanos,
además de la redacción de una serie de legislaciones que
atacan la libertad de expresión.
2. Origen y evolución del conflicto:
El origen de la crisis que sufre Zimbabue se remonta al año 1965
cuando Ian
Smith , el líder de Rodhesia del Sur (actual Zimbabue), declaró
la independencia de forma unilateral e impuso un poder de la minoría
blanca que había colonizado el país desde finales del
s.XIX, sobre la mayoría negra.
Esta acción comportó las sanciones internacionales y
el comienzo de una guerra de guerrillas que desde 1965 hasta 1979 supuso
la muerte de 36.000 personas y el desplazamiento de 1,5 millones más.
Debido a esta situación, el Gobierno británico instó
a las partes a negociar la paz y reunió al gobierno de Smith,
a la Unión Africana Nacional de Zimbabue (ZANU) de Joshua
Nkomo , y a la Unión del Pueblo Africano de Zimbabue (ZAPU)
de Robert Mugabe. Éstos acabarían firmando los Acuerdos
de Lancaster House (1979) que pusieron fin al conflicto y contemplaron
la celebración de elecciones al año siguiente.
El 17 de abril de 1980 se proclamará la República de
Zimbabue y Mugabe será elegido Primer Ministro.
Progresivamente, éste irá concentrando el poder, eliminando
la oposición y, en 1992, aprobó la Land Acquisition Act,
que permitía la adquisición forzosa de la tierra por parte
del gobierno. El objetivo de la ley era facilitar la redistribución
y devolución de la tierra, propiedad de los europeos, a los africanos.
La publicación de las primeras listas de granjas en expropiar
provocó grandes protestas por parte de los propietarios blancos,
pero la falta de los fondos necesarios para las indemnizaciones contempladas
en la Constitución
impidió que el programa de redistribución de tierras se
llevase a cabo.
En octubre de 1997 Mugabe declaró que la reforma agraria continuaría
adelante sin que se pudiesen garantizar las compensaciones económicas
a los propietarios blancos. Al mismo tiempo hizo un llamamiento
al Gobierno Británico para que asumiese parte de sus responsabilidades.
En junio de 1998, mientras Robert Mugabe anunciaba la segunda fase de
su programa de reformas, se produjeron las primeras ocupaciones ilegales
de granjas. Sin embargo, la presión internacional logró
reducir el alcance de ese plan.
Otro intento de reforma agraria se dio en febrero de 2000 cuando se
sometió a referéndum un proyecto de reforma constitucional
que incrementaba los poderes del presidente y le permitía confiscar
las granjas. Ésta fue la primera vez que Mugabe perdió
en las urnas y, como consecuencia, en abril, grupos de militantes del
partido oficial se movilizaron contra la oposición y, paralelamente,
grupos de veteranos de la guerra de liberación iniciaron la ocupación
violenta de granjas.
Esta situación, junto con la participación de Mugabe
en la guerra
del Congo , produjo la consternación internacional y éste
se vio obligado a aplacar la situación interna.
Para asegurarse un tercer mandato presidencial que se podría
complicar como consecuencia del rechazo que encontró en el interior
del país por enviar tropas al Congo, y que comportó una
victoria muy justa en las elecciones legislativas de junio de 2000,
Mugabe comenzó a aprobar leyes que restringían las libertades
de la oposición y la financiación de partidos desde el
extranjero. Además, se dieron ataques contra el poder judicial
y la prensa.
Así, las elecciones presidenciales de marzo de 2002 fueron ganadas
otra vez por Robert Mugabe.
3. Situación actual
Si las elecciones de 2002 no fueron libres ni limpias, tampoco lo fueron las legislativas de marzo de 2005. Éstas confirmaron el total control del Presidente Mugabe y concluyeron con la esperanza de aquéllos que confiaban en un cambio en el país después de la crisis que ha dominado la vida política en Zimbabue en los últimos cinco años.
Después de estas elecciones, el gobierno ha dirigido unas campañas para expulsar a miles de personas de sus casas con la intención de debilitar centros de apoyo de la oposición. Esta operación, llamada “Operation Murambatsvina”, y traducida como “sacar la basura”, ha dejado alrededor de un millón de personas sin casa o sin trabajo.
Estas acciones empeoran aún más la grave situación humanitaria que se vive en el país con un 70% de la población en el paro, problemas de alimentación para la mitad de los ciudadanos, un 33,7% de la población adulta infectada por el virus del VIH/SIDA, etc. Una situación que puede estallar en cualquier momento con un Gobierno envejecido y que comienza a dividirse pensando en la futura sucesión de Mugabe que ha dicho que no se presentará otra vez, y una oposición frustrada que hasta el momento ha mantenido la idea de la no violencia, pero que podría cambiar sus métodos de lucha.
De cara al futuro, Zimbabue presenta toda una serie de retos que decidirán el futuro de este país de África del Sur: primero se tiene que enfrentar al reto de llegar a un consenso en la reforma agraria entre todos los implicados en el conflicto, debe lograr una mayor democratización del Estado y de sus dirigentes que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales, está obligado a superar una grave crisis económica y una muy extendida corrupción política y, por último, y no menos importante, poner freno a la creciente extensión del VIH/SIDA que afecta prácticamente a la mitad de la población.
4. Actores:
5. Recursos:
6. Datos generales:
7. Derechos humanos y refugiados:
Informes y noticias
de Human Rights Watch
Informe
ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados)
8. Mapas:
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