El conflicto de Chiapas

Tema: indigenismo

La Guillotina, nº 28. Verano 94

La Utopía India

O. Moreno

El Ejército Zapatista de liberación Nacional ha roto el espejo de los discursos políticos y sociales, haciendo trizas la historia 'nacional', a la que evidencia como una proyección criolla y eurocéntrica, excluyente. Los pueblos mayas insurrectos no son el país subordinado y trágico, de la visión de los vencedores Y los vencidos, sino otro, que nunca ha sido reconocido y que ha irrumpido en él como ruptura. Los cántaros viejos, las sujeciones antiguas y los discursos fueron rotos; los zapatistas han partido de la selva para decírnos que no tienen rostro. No son ni los buenos salvajes, ni los gu'errilleros guapos, ni los sacerdotes comprometidos. ¿Quiénes son? Todos y Nadie. Usan pasamontañas. Para desentrañar su identidad, tenemos que buscar en sus palabras, en su origen, en su destino.

Los orígenes

El origen de los zapatistas es la selva. En las décadas de los cincuentas y sesentas la selva Lacandona Y sus postrimerías sufrieron un proceso anárquico de colonización denominado -El Exodo".

Como parte de una larga 'tradición de rebelión anticolonial los campesinos indigenas otra vez se remontaron a la lejanía para fundar nuevas comunidades, donde fueran independientes y soberanos.

Miembros de todos 1os pueblos indios de Chiapas y campes¡nos de varias partes de la república participaron en "El Exodo" y era notorio un espíritu de fundación que no fue convocado ni por las instituciones ni por ningún grupo político o religioso.

Sin embargo la tierra virgen de las selvas chiapanecas se convertiría dos generaciones después en un infierno. El empobrecimiento propio, las políticas de colonización del gobierno y la prepotencia de caciques, ganaderos y finqueros que empezaron a devastar la selva, generaron una situación insostenible. El aislamiento sólo sirvió para justificar su desgracia.

La profanación de la selva presentaría para los colonos un conflicto doble: con el México Federal y con la naturaleza. No podemos entender a los zapatistas sin la selva como metáfora de la adversidad, como Tezcatlipoca negro, encarnación del jaguar y viento del norte, viento filoso, de navajas de obsidiana, según la cosmogonía tolteca, rasgos generales son compartidos también por la maya. La metáfora alcanza un sentido literal cuando el origen de sus penurias es el norte, la capital, y más al norte, los gringos.

La cosmogonía ancestral

Los zapatistas han.expresado su pensamiento sobre todo mediante metáforas antiguas. La resistencia de los pueblos indígenas ha mantenido hasta hoy formas de simbolizar al mundo que se sustentan en una concepción de la historia y el cosmos.muy parecida a las concepciones dialécticas occidentales, que están arribando a teorías tan complejas como las del caos. Pero para los mayas es su cosmogonía ancestral, que vive en su mundo cotidiano, en su casa, en su milpa, en la comunidad.

Los pueblos indios son participantes activos de un diálogo cultura¡ con la presencia de organizaciones de izquierda y de diferentes religiones, así como la introducción de medios de comunicación como la radio, que generó una interconexión que revolucionó su forma de relacionarse con el mundo. Pero no como negación apriorístico del pasado. Las resistencias indígenas tienen la capacidad de asimilar todo tipo de influencias a partirde una negociación con los valores que se imponen a nivel nacional e internacional, Son bastante conscientes del proceso de globalización que condena a la pobreza y la disolución a sus comunidades.

Su respuesta ha sido la guerra. En esto obedecen a las directrices míticas de sus-culturas, que tienen 501 años de resistencia, y responden con una propuesta de globalización alternativa, que exige respeto a su existencia y particularidad.

¿Mito fundacional?

"Hermanos, queremos que sepan quién está detrás nuestro, quién nos maneja, quién camina en nuestros pies, quién nuestro corazón domina, quién cabalga en uestras palabras, quién vive en nuestras mentes.(...)

Votán Zapata, luz que de lejos vino y aquí nació en nuestra tierra. Votán Zapata, nombrado nombre de nuevo entre nuestras gentes. Votán Zapata, tímido fuego que en nuestra muerte vivió 501 años. Votán Zapata, nombre que camina, hombre sin rostro, tierna luz que nos ampara (...) Es todo en nosotros... caminando está. Votán Zapata guardián y corazón del pueblo. Amo de la noche... señor de la montaña... Nosotros... Votán, guardian y corazón del pueblo. Uno y muchos es. Ninguno y todos. Estando viene. Votán Zapata guardíán y corazón del pueblo." Extractos del Comunicado del Comité Clandestíno Indígena Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional del 10 de abríl de 1994.

El relato fundacional de las culturas prehispánicas nos habla de Votán (que significa el que viene del mundo de los muertos, el chamuscado, porque le dio a los hombres el maíz y el fuego) como el padre fundador de la humanidad.

Como versión maya de Xólofl Quetzalcoalt, tuvo la misión de ir al lugar de los muertos, al Mictlan, a recoger sus restos, con los que hizo a los hombres. El asunto que trae a colación este relato es que parece estar totalmente imbricado en el concepto mismo de la rebelión zapatista. Han declarado que el espíritu que los anima es el de Votán Zapata, el espíritu del pueblo. Han simbolizado así su lucha, retomando también el nombre de quien es inspiración y símbolo de la lucha agraria en nuestro país.

El Votán es un arquetipo que anima las fuerzas civilizatorias, no sólo como voluntad humana sino como tiempo en el que la humanidad tiene la misión de cumplir un resurgimiento dentro de una visión cícilica. Alicia M, Barabas, en su estudio Utopías indias, señala "Al tratar de entender la noción de temporalidad predominante en las sociedades indígenas, nos enfrentamos a un problema de índole filosófica además de semántica, que deviene de la diferencia de dos logos que se encuentran. Así, dentro de una concepción cíclica o mítica de¡ tiempo, no resulta exacto referimos al pasado o al futuro como hitos cronológicos sucesivos. El mito se desarrolla en un tiempo metahistórico. No está en el pasado sino en un tiempo diferente al lineal aunque puede incidir sobre éste. En las culturas indígenas las ideas y, actitudes respecto del pasado y el futuro reflejan las preocupaciones del presente. Allí donde la transmisión cultural depende enteramente de la tradición oral, el pasado es absorbido por el presente y el futuro se modela según el conocimiento de lo que fué atesorado en la memoria colectiva".

En este sentido, Votán es encarnación histórica del tiempo mitico. Representa el fin de un tiempo de muerte al ser el heraldo de un nuevo amanecer. Un tiempo que es tormenta, que es de lucha, pero que está marcado posterior advenimiento de la calma y la dicha. El Votán es el lucero de la mañana.

Es Viajero al mundo di los muertos porque parte de la realidad y su historia, porque los restos de los que forma el hombre nuevo, son su historia. El Subcomandante Marcos ha declarado que el EZLN es resultado de la reflexión de la resistencia histórica de¡ pueblo de México, de sus ideas, de sus formas de lucha. El Votán Zapata es efectivamente esa reflexión de la historia sobre la que se funda una nueva forma de ser y luchar, de buscar un nuevo rostro. Pero este nuevo rostro no es arbitrario.

El choque de dos vientos

Los zapatistas han señalado la naturaleza de¡ conflicto, desde la cosmogonia indígena, como el choque de dos vientos, entendiendo a los vientos como fuerzas de la naturaleza animadas por el movimiento rotatorio de la tierra, a la vez que fuerzas sociales y del pensamiento humano. En el choque de dos vientos estos asumen dos formas antagónicas: el viento norte capitalista y el viento del sureste democrático, popular (que por eso es el espíritu del pueblo y como tal entraña un principio justiciero y libertario). En esto los zapatistas de ayer y hoy son muy similares, como dos eslabones de la misma cadena.

El viento del norte está confrontado con un nuevo viento del oriente. La fuerza del viento del norte hace que ese viento recorra de sur a norte en su lucha por mantener rumbo, como los salmones, pero ese viento viene del oriente, punto de la metáfora del zapatismo porque es el lugar donde sopla el viento que arrastra al sol en su transitar de las tenebras nocturnas a la luz. Para la cultura maya, la representación de este viento es el planeta venus, lucero de la mañana y el atardecer. Venus es Kukulkán o Votán (Quetzalcóatl), el amanecer. Por eso su periódico se llama El Despertador Mexicano, de manera chocarrera, como lo es el pensamiento indígena y el de Marcos.

Autoridad y legitimidad

Los zapatistas son los muertos de siempre, los de muerte inútil. Son tantos que ni rostro tienen. Las comunidades, las ciudades, México todo está muerto. Ante ese zompantli carnavalesca e inútil, ellos rompen la lógica de la catástrofe y asumen la responsabilidad de trascenderla.

El EZLN desafía al poder al elegir su propia muerte. Esta decisión soberana, cuestiona al poder desde su propio fundamento: ya no temen a la muerte, la asumen. La trascendencia de su decisión ha sido definitiva. Ahora ellos están más allá de la muerte para fundar una nueva vida. Estg acto les ha dado una autoridad a nivel nacional indiscut ble. Sobre todo entre los campesinos indígenas, que comprenden cabalmente el alcance de la decisión.

Cuando Bíanche Pietrich en La Jornada del 6 de febrero le pregunta su opinión de la muerte a Marcos, éste le contesta: "Para nosotros es vida, en esa lógica tan absurda de una muerte cotidiana que se hizo tan normal en estas situaciones. Es vivir pues, es una alegría. Cuando cumplimos un mes de que empezara la guerra se hizo fiesta para recordar a los compañeros que muríeron. Decían: es que su muerte la vemos con alegría porque es vida para otros, en ese lenguaje tan críptico, pero tan rico al mismo tiempo". La muerte. pues, como gozne entre dos épocas, como disputa por la soberanía y el destino y como semilla de la vida nueva. Pero no como apologia de la violencia ni como terrorismo, sino como lucha contra la política que es muerte, por eso frente al combate han hecho política.

El destino

¿El zapatismo chiapaneco es un movimiento milenarista? Marcos nos dejó ir una profecía: "Cuando la tormenta amaine el mundo no será el mundo sino algo mejor." Sin embargo la espiritualidad indígena no se comprende al tratar de rastrearla por los parámetros místicos de occidente. Es-una-espiritualidad que emana de¡ conocimiento directo de¡ mundo y de la mente, lo que tiene muy poco que ver con el deísmo paterna¡ de¡ cristianismo y sus esperanzas metafísicas. Ellos mantienen una comunión dialéctica con el cosmos en la que no existe esa separación entre los hombres y los dioses tan cara a las culturas occidentales, ni su derivación humanista que sitúa al hombre como dominador depredador de la naturaleza. los indios son dioses en diálogo con un cosmos divino.

¿Qué tipo de profecía es entonces la de los zapatistas? Es la de una profecía a realizar, la de un sentido desarrollado en miles de años en que han mantenido su visión cíclica de¡ tiempo, basada en la lucha de¡ hombre contra la barbarie y sus derrotas temporales, como la que se inició con la conquista. Las culturas indígenas nunca han aceptado la cosmovisión cristiana, a la que repetidamente han repudiado manifiestamente como una de las formas concretas de¡ colonialismo. En el Templo de las inscripciones de Palenque, Chíapas, el 21 de marzo, sabios Tzotziles real¡zaron un ritual donde señalaban el advenimiento de¡ sexto sol, lo que implica un resurgimiento de su cultura y por lo tanto su liberación'del dominio de los ladinos.

Podemos ver en estas manifestaciones proféticas la irrupción de¡ tiempo mítico en la historia, que no deja de guardar similitudes con la mística revolucionaria que ve en la revolución social un "domingo de la historia" (Marx). Son manifestaciones de una utopía concreta, como dijera Bloch, que sin embargo no encarna ningún principio de esperanza. No es la realización de¡ reino de dios, de una promesa sino el cumplimiento de un ciclo histórico en el que los hombres tienen un papel fundamental al ser promotores diretos del cambio, pero no tienen un papel infalible ni esperanza alguna. Para ellos la muerte es lo único seguro, por lo que desde enero están "viviendo de más”. Sin embargo, el parecido que guarda la idea revolucionaria indígena con la occidental se acaba en cuanto vemos que occidente nunca ha respetado y comprendido a los indigenas. Las guerrillas y movimientos “marxistas” latinoamericanos han cargado a lo largo de su historia con un proyecto social y cultura¡ que contempla a los indígenas como entes atávicos y reaccionarios, condenados a desaparecer. Ejemplo de ello es el maltrato de los sandinistas a los miskitos de la costa atlántica de Nicaragua o el desprecio brutal de los senderistas a los indios peruanos. La conciencia indigenista está ausente en todas las guerrillas latinoamericanas, a excepción, quizá, de las de Guatemala, y en la mayoría de las organizaciones de izquierda. El zapatismo por eso viene a plantearnos una interpelación seria, que implica toda una reconsideración histórica a despecho de las visiones vanguardistas y personalistas características de¡ estalinismo tropical de las izquierdas latinoamericanas.

Ante esta desgracia presente en las izquierdas mexicanas el subcomandante Marcos el 15 de mayo interpela al candidato perredista Cuauhtémoc Cárdenas y a su séquílo en el terreno de guerra con las siguientes palabras: "Los que para hecernos escuchar tenemos que morir, los siempre olvidados de las ideas revolucionarias y los partidos políticos, los ausentes de la historia, los presentes siempre en la miseria, los pequeños, los mudos, los eternos infantes, los sin voz y sin rostro, los abandonados, los receptores de¡ desprecio, los incapacitados, los muertas sin cifra, los instigadores de la ternura, los profesionales de la esperanza, los de¡ digno rostro negado, los pura rabia, los puro fuego, los del basta ya basta, los de la madrugada, los de¡ para todos todo para nosotros nada, los de la palabra que camina, nosotros, queremos no el deber, ni la gloria, ni la fama.

Queremos ser la antesala de¡ mundo nuevo. Un mundo nuevo con una nueva forma de hacer política, un nuevo tipo de política de gente de¡ gobierno, de hombres y mujeres que mandan obedeciendo".

¿Con el EZLN estamos en la víspera del nacimiento de una nueva izquierda? ... No lo sabemos todavía, la semilla que están sembrando los zapatistas aún encuentra resistencia en una izquierda por senil infértil. En esta selva de concreto donde arbitrariamente residen todos, los poderes, es difícil todavía reconciliar al hombre con su cosmogonía, con su historia y su destino. Pero de lo que estamos seguros es que los topos trabajan en las profundidades oradando los cimientos de este mundo.



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