APROXIMACIÓN DEL FIS A LA CRISIS ARGELINA, Y LA PLATAFORMA DE ROMA




INTRODUCCIÓN

Con el paso del tiempo, la gente sólo mira los detalles de la crisis argelina, y deja a un lado la causa de la misma. Y la situación actual de Argelia se define como resultado de esta causa. El resultado sólo desaparecerá cuando desaparezca esta causa, y los argelinos disfruten de su derecho a la libertad, a la vida en paz y a las reglas de la ley y el orden.

La actual élite, cuando se dio cuenta de que la distancia entre su realidad y la de las masas era cada vez más grande, en lugar de salir y dejar que vinieran nuevos tiempos en Argelia, confiscó la oportunidad al pueblo y forzaron al país a entrar en un estado de guerra.

Al final, desde el Golpe de Estado del 11 de enero de 1992, Argelia está en una situación deplorable. La decisión de los militares de romper las urnas, permitió el colapso del Estado. Y se está en camino de colapsar también la sociedad.
Las víctimas ya son 150.000 y cada semana mueren centenares de personas. Es un genocidio real llevado a cabo por diferentes facciones del ejército y del “establishment” de la seguridad contra el pueblo argelino que permanece encerrado tras las puertas. Los diferentes informes de organizaciones independientes de Derechos Humanos confirman la trágica situación de Argelia. De todas formas, ignorando el desarrollo de la crisis, y no reconociendo el derecho de la gente a defender sus instituciones elegidas, acusan a los dos bandos.

El FIS reitera su llamamiento para la constitución de una Comisión Independiente Investigadora –sea nacional o internacional- que investigue las recientes masacres y todos los crímenes cometidos desde el Golpe de Estado de 1992.
El FIS cree firmemente que una investigación seria llevará a los culpables, tanto a los ejecutores como a sus jefes, ante la justicia. Sólo esta investigación podrá aclarar los horribles acontecimientos de Argelia, y llevar a una solución política.

El FIS considera que tanto las organizaciones de Derechos Humanos como los gobiernos occidentales que tienen intereses en Argelia, tienen evidencias materiales de que el régimen militar está detrás del terror que vive el pueblo de Argelia. El FIS considera que existen suficientes evidencias para investigar al régimen militar. La situación de Argelia es catastrófica, y las horribles masacres que recaen sobre el pueblo argelino se ha de acabar inmediatamente.

El camino de los argelinos hacia la libertad

El Islam arraigó muy pronto en la gente del Norte de África durante la era de la expansión del Islam. Los nuevos musulmanes llevaron su mensaje por todo el Mediterráneo. Andalucía (España) es testimonio de la genial creatividad centenaria de los musulmanes.

En 1830, Francia invadió Argelia. La población estuvo sometida, fue impuesto un brutal
control militar, y la disparidad económica condujo al hambre. La Francia colonial atentó contra el Islam, destruyó las instituciones públicas y reemplazó la Ley Islámica por una colonial. Pero aún así, los musulmanes del Norte de África nunca se rindieron. Ameer Abd-Elkader, Sheilkh El-Mokrani, Sheilikh Bou Amama, mantuvieron la lucha armada continuada contra el opresor francés.

En 1930, Francia celebró el centenario de la ocupación de Argelia. Después de la sangrienta represión pensó que había sometido para siempre la identidad islámica de los argelinos. 1930 es una fecha histórica porque representa el comienzo del proyecto de reconstrucción de la sociedad argelina. 1932 vio nacer a la Jamiat El Ulama El Muslimin El jazairiine (Asociación argelina de estudiosos musulmanes), liderada por Sheilkh Abd Elhamid Ibn Badis. Jamait se embarcó en la misión de revivir la fe y la verdadera personalidad del pueblo argelino.

En 1954, el Frente de Liberación Nacional (FAN o “FLN”) declara la guerra al control colonial. El objetivo inicial de los líderes históricos del “FLN” está recogido en la declaración del 1 de noviembre de 1954 http://www.mstate.edu:80/Archives/
History/Africa/algeria/isf93.txt
, y era el restablecimiento de la independencia de Argelia en un Estado bajo los principios islámicos.

En 1962, a pesar de la brutal reacción militar francesa contra la población civil, y después de siete años de guerra, que dejó un millón y medio de mártires, la lucha del pueblo argelino culminó con el acceso a la independencia.
Poco después de la independencia, un grupo de militares, ex oficiales del ejército francés que se unieron a la guerra sólo al final, salieron a la luz e impusieron el socialismo y un sistema de partido único. Estos militares consolidaron su régimen eliminando físicamente a todo el que se opusiera.

En septiembre de 1988, el Estado de Argelia estuvo a punto de quebrar. El servicio de la deuda externa suponía el 97% de los ingresos por exportaciones. El 80% de las empresas estatales estaban en números rojos, causando un rápido deterioro del nivel de vida. Al mismo tiempo, una casta privilegiada de personas se estaba enriqueciendo: un 5% de la población ganaba el 45% del ingreso nacional.
En octubre del mismo año, hubo importantes manifestaciones en las calles de Argelia. Era una demostración de que el pueblo pedía un cambio.

En febrero de 1989, y bajo presión de las masas encabezadas por el Movimiento Islámico Argelino, la constitución fue reformada para permitir la organización de elecciones multipartidistas a todos los niveles. Esto dio esperanzas al pueblo argelino. En marzo de 1989, el Movimiento Islámico Argelino, esperando un cambio político y pacífico, formó el Frente Islámico de Salvación (FIS).

En las elecciones Provinciales y Municipales del 12 de junio de 1990, el pueblo argelino habló por primera vez desde hacía más de 160 años. El FIS ganó en 32 de las 48 Wilaya (provincias), y en 854 de los 1541 Communal (municipios) Assemblies. Los funcionarios locales del FIS demostraron su habilidad y seriedad a la hora de mejorar las condiciones de vida de la población. Todo esto proporcionó al FIS el apoyo de la mayoría de los argelinos, como se pudo comprobar con la victoria en las elecciones parlamentarias de diciembre de 1991.

Pero mucho antes de todo esto, en junio del mismo año, el gobierno decretó una nueva Ley Electoral, que beneficiaba al partido de los militares y perjudicaba al resto de partidos. En aquel momento el FIS hizo un llamamiento a una huelga general, que fue contestada con la muerte de más de 300 persones y el encarcelamiento de más de 8000, entre ellos, el Presidente del FIS Dr. Abassi Madani y los diputados Sheilkh Ali Ben Hadj y Sheilkh Mohammed Said, en calidad de portavoz interino del FIS. Este último fue asesinado en noviembre de 1995 por elementos extremistas infiltrados en el Movimiento armado, GIA.

Después de decretar el estado de emergencia y haber detenido a los líderes del FIS, el nuevo gobierno se avino a revisar la nueva ley electoral. Entonces el FIS puso fin a la huelga general. A pesar de tener a sus líderes en la prisión el FIS fue a las elecciones de diciembre de 1991.

El 26 de diciembre de 1991, en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias, el FIS obtuvo 188 representantes, el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) 25, el FLN 15 y 3 fueron a parar a candidatos independientes.
El once de enero de 1992, el “establishment” de seguridad militar tomó el poder y anunció la cancelación de la segunda vuelta de las elecciones. Al pueblo argelino se le negó el derecho a escoger libremente a sus legítimos representantes políticos.

 

La causa de la crisis

La causa de la crisis argelina desde el punto de vista del FIS, es presentada aquí para ayudar a una mejor comprensión del conflicto y del momento histórico que vive Argelia.

Numerosos factores han distinguido a la Argelia poscolonial, y algunos han permitido la actual situación: un régimen autoritario, un ejército represor, el control de los medios de comunicación y una sociedad civil débil.

La élite en el poder: aislada del resto de la sociedad.
En la Argelia postcolonial, los argelinos musulmanes han llegado a tener la convicción plena de que aquellos que están en el poder no son más que afiliados regionalistas, que han tenido poco en cuenta la ética, la moral y las dimensiones civilizadoras del Islam. Esta filiación regionalista o autonomista ha llegado a determinar la orientación, la dinámica, las estructuras y el proceso de participación política, al igual que ha ensanchado la distancia entre las élites y la realidad de las masas.

El Estado: Un concepto impreciso entre la élite en el poder.

El Estado ha llegado a confundirse con el régimen en el poder. Cualquier crítica al Jefe de Estado o al régimen está penada por la ley.

El “establishment” de seguridad militar: Para proteger a la élite en el poder.

La esfera militar y de seguridad, en lugar de llevar a cabo sus funciones constitucionales –rechazar cualquier amenaza externa y defender la soberanía del país- ha jugado un papel preeminente, volviéndose un aparato interno para proteger la estabilidad del sistema. Como resultado de todo esto, el “establishment” de seguridad y militar ha transformado las fuerzas armadas en un instrumento de represión en las manos de la élite en el poder.

El Estado y los medios de comunicación: Un instrumento de propaganda de la ideología oficial y de distorsión de la realidad.

Los dirigentes de los medios de comunicación han conspirado para convertir a estos medios del país en un instrumento de propaganda para asegurar que el público acepte el discurso de la élite en el poder. Mientras duró la corta etapa de multipartidismo y libertad del 90-91, no tuvo ningún tipo de rehabilitación de esta situación a los ojos de los argelinos, porque el régimen no aceptó el libre ejercicio del multipartidismo político.

La Sociedad Civil: la indefensión.
Mientras la élite gobernante estaba consolidando su poder, las instituciones de la sociedad civil –familia, escuelas, mezquitas, medios de comunicación, asociaciones, también la Unión Estatal de Trabajadores y el FAN (“FLN”)- y sus mecanismos de defensa eran rápidamente erosionados. La independencia de estas instituciones es un prerrequisito esencial para la preservación de la libertad y los intereses privados, y para la protección de los derechos individuales contra un posible abuso por parte del poder del Estado.
Cambio artificial: Un proceso de democratización que preservó las estructuras y la dirección.
La élite gobernante, enfrentada a los problemas económicos y sociales, y llevado por los trágicos altercados de octubre de 1998 promovió un “cambio” mientras sostenía las mismas estructuras y la misma dirección. En consecuencia, el proceso de democratización propuesto se vio obstaculizado por numerosos factores:
Primero, estaba fuertemente protegido por un arsenal de regulaciones que prevenía una posible victoria decisiva de la oposición.
Segundo, la élite en el poder insistió en quedarse fuera del proceso democrático. Rechazó marcharse a través de las urnas, sin tener en cuenta el coste que esto tendría (Abad).
En tercer lugar, todo el proceso estuvo vigilado por el “establishment” militar y de seguridad, esperando intervenir en el momento en que sus privilegios estuviesen en peligro.

Estos son algunos de los factores que se encuentran detrás de la crisis argelina desde el punto de vista del FIS, y que han conducido al régimen a transgredir la opción del pueblo en las elecciones de enero de 1992. La crisis argelina no sólo un problema de fundamentalistas, fanáticos o extremistas,... supuestamente del FIS, intentando derrocar a un gobierno elegido.

El Acuerdo de Roma iniciado por el FIS, bajo el auspicio de St. Egidio, y firmado por la oposición legítima el 13 de enero de 1995, que representa a más del 80% del electorado en las elecciones de 1991, clarifican y revelan que la crisis es a causa de un régimen militar dictatorial.
El “establishment” militar cometió un gran error anulando el proceso electoral, transgrediendo la Constitución, y confiscando al pueblo su opción. Disolvió los municipios elegidos y suprimió el partido legítimamente ganador, impuso el estado de emergencia, y llevó al país a una brutal represión y a un estado de guerra.

 

El FIS y la responsabilidad para una solución pacífica

La intención del islamismo político argelino no es reemplazar el presente por un pasado místico, pero sí reestructurar el moderno orden social en sintonía con los principios y valores del Islam. Esto no significa que todo lo occidental tenga que desaparecer. Se llevarán a cabo aproximaciones selectivas a las expresiones políticas, económicas y sociales de occidente mientras no estén en contradicción con los principios morales del Islam. El FIS intentó llevar a cabo una evolución pacífica y gradual de este proceso.

El FIS es un partido político no violento. Ha escogido la lucha honesta a través de la opción del pueblo y respeta el sistema político multipartidista. El FIS ha sido siempre legal, y tanto en consonancia con la Constitución de febrero de 1989, como con la ley de formación de partidos de julio de 1989 (en el artículo 5 prohibe la formación de asociaciones políticas basadas exclusivamente en la religión, la etnia, grupo regionalismo).

El FIS nunca ha visto la fuerza o la violencia como un medio para resolver la crisis:

-El FIS fue a las elecciones del 26 de diciembre de 1991, a pesar de tener a sus líderes detenidos ilegalmente desde junio de ese mismo año.
-El FIS da garantías de respeto al pluralismo, al principio de las elecciones, a la alternancia en el poder a las libertades públicas.
-El FIS da garantías de trabajar dentro de la Constitución: hemos explicado abiertamente que el cambio sólo se llevará a cabo bajo los mandatos constitucionales.
-Después del Golpe de Estado de 1992, y la detención de nuestra gente, el FIS intentó evitar las llamadas al uso de la fuerza.
-El FIS dio instrucciones firmes de eliminar cualquier tipo de confrontación y provocación.
-El FIS declaró después de la cancelación de las elecciones que respondería por medios legales.

Visión del FIS de la crisis de la autoridad política

La prolongación de la crisis no puede ir nunca a favor de los intereses del Estado de Argelia, la imagen y la credibilidad del cual han quedado afectadas debido al fracaso de la autoridad política para resolver la crisis.
El FIS cree que cualquier reforma política encaminada hacia la estabilidad política y el retorno de la legalidad constitucional está condenada al fracaso si se atenta contra ella con más represión y tortura. El compromiso de las Fuerzas Armadas en la política sólo agravará la situación, y prolongará las dificultades de los argelinos. Por esta razón, el FIS considera que los principios mencionados en el CONTRATO NACIONAL (Roma, 13 de enero de 1995), es hasta ahora la única plataforma viable para una solución política real de la crisis.

Aproximación del FIS a la plataforma de Roma

Los partidos de la oposición argelina, reunidos en Roma, declaran el 13 de enero de 1995:
Argelia está inmersa actualmente en una época trágica sin precedentes. El pueblo argelino vive un clima de terror nunca igualado, agravado por unas condiciones sociales y económicas intolerables. Las consecuencias de los acontecimientos de junio de 1991 y el golpe de Estado de enero de 1992, la interrupción del proceso electoral, la ilegalización del FIS, la instauración del estado de emergencia y las medidas represivas y las relaciones que han suscitado, han engendrado una lógica de enfrentamiento. Los riesgos de una guerra civil son reales, y amenazan la integridad física del pueblo, la unidad del país y la soberanía nacional. Para la Plataforma de Roma, sólo una verdadera negociación podrá llevar al país a una situación pacífica y democrática.

Los participantes se han comprometido sobre la base de un contrato nacional, cuyos principios son los siguientes, y sin la aceptación de los cuales la negociación no será viable:

- La declaración del 1 de noviembre de 1954: “la restauración del Estado argelino soberano, democrático y social bajo el marco de los principios del Islam (art.1)”.
- La desestimación del uso de la violencia para acceder o mantenerse en el poder.
- La desestimación de toda forma de dictadura, tanto en la naturaleza como en la forma, y el respeto al derecho del pueblo a defender las instituciones elegidas.
- El respeto y la promoción de los derechos de la persona humana enunciados en la Declaración Universal, los pactos internacionales sobre los derechos del hombre, la Convención Internacional contra la tortura y consagrada por los textos legales.
- El respeto a la alternancia política a través del Sufragio Universal.
- El respeto a la legitimidad popular. Las instituciones libremente elegidas no podrán ser eliminadas por otra forma que no sea la voluntad popular.
- La primacía de la Ley legítima.
- La garantía de las libertades fundamentales, individuales y colectivas, y la no discriminación por la raza, el sexo, la confesión y la lengua.
- La consagración del multipartidismo.
- La no implicación de las Fuerzas Armadas en los asuntos políticos, y el retorno a sus atribuciones constitucionales de salvaguardar la unidad y la indivisibilidad del territorio nacional.
- Los elementos constitutivos de la personalidad argelina son el Islam, el arabismo y el amazight (bereber).
- La separación de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
- La libertad y el respeto a las diferentes confesiones.

 

Medidas necesarias antes de llevar a cabo las negociaciones:
- La liberación efectiva de los responsables del FIS y de todos los detenidos políticos. Asegurar a los dirigentes del FIS las garantías necesarias para poderse reunir libremente.
- La apertura del campo político y mediático. La anulación de la decisión de disolución del FIS, y el total restablecimiento de la actividad de todos los partidos.
- La suspensión de las medidas de intervención y suspensión de diarios escritos y de libros, tomadas en aplicación del dispositivo de excepción.
- El cese inmediato, efectivo y verificable de la práctica de la tortura.
- La paralización de la ejecución de penas capitales, de las ejecuciones extrajudiciales y las represalias contra la población civil.
- La condena y el llamamiento al cese de las acciones y los atentados contra los civiles, los extranjeros y la destrucción de los bienes públicos.
- La constitución de una comisión independiente para investigar los actos de violencia y las graves violaciones de los Derechos del hombre.


El restablecimiento de la paz:
Una dinámica nueva para la paz implica un proceso gradual y simultáneo, y necesita:
-por una parte, medidas de disminución de la tensión efectivas: cierre de los campos de seguridad, la suspensión del estado de emergencia y la abrogación del dispositivo de excepción.
-por otra parte, un llamamiento urgente y sin ambigüedades para la finalización de los enfrentamientos. Las argelinas y los argelinos aspiran a un retorno de la paz civil. Las modalidades de aplicación de este compromiso serán determinadas por las dos partes en conflicto y con la participación activa del resto de partidos representativos.

Esta dinámica exige la participación plena de todos los partidos representativos y pacíficos. Su participación será importante porque ayudarán a la adhesión de la población.

El regreso a la legalidad constitucional:
Las partes firmantes se comprometen a respetar la Constitución del 23 de febrero de 1989. Sus enmiendas tendrán que respetar las vías constitucionales. Será necesaria la creación de una “Comisión Nacional por la Paz” dedicada a todos los asuntos relativos a los problemas de seguridad y militares. Esta Comisión tendrá que implementar:

-El inmediato, efectivo y verificable cese de la práctica de la tortura.
-El final de las ejecuciones de penas capitales, muertes extrajudiciales, y de la represión contra la población y los prisioneros, y la destrucción y desmantelamiento efectivo de los campos de detención.
-Total libertad para todos los detenidos políticos.
-La finalización del estado de emergencia y otras medidas de excepción.
-Anulación de la decisión de disolver el FIS.
-Cese del fuego y de las hostilidades.
-Poner en marcha los mecanismos necesarios para la aplicación de este acuerdo.

El regreso de la soberanía popular:
Los partidos participantes en las negociaciones tendrán que definir una legalidad transitoria para su postura en el trabajo y la vigilancia de los acuerdos. Para eso, tendrán que presentarse en una Conferencia nacional, dotada de competencias efectivas, compuesta por el poder efectivo y las fuerzas políticas representativas. Esta Conferencia definirá:
-las estructuras transitorias, las modalidades y la duración de un período de transición, lo más corto posible para llegar a unas elecciones libres y pluralistas que permitan al pueblo ejercer la plena soberanía.
-la libertad de información, el libre acceso a los medios y las condiciones para la libre elección del pueblo tendrán que ser garantizadas.
-el respeto a los resultados de esta elección también tendrá que ser garantizado.

Garantías:
Todos los partidos participantes tienen el derecho de obtener garantías mutuas. Los partidos, aunque mantienen su autonomía de decisión:
-se oponen a toda injerencia en los asuntos internos de Argelia.
-denuncian la internalización de hecho, que es el resultado de la política de enfrentamiento llevada a cabo por el poder.
-están convencidos de que la solución de la crisis no puede ser otra que el trabajo exclusivo de los argelinos y su concreción en Argelia.
-se comprometen a hacer una campaña de información para la comunidad internacional para dar a conocer esta plataforma y asegurar su apoyo.
-deciden lanzar una petición internacional para apoyar la exigencia de una solución política y pacífica en Argelia.
-llaman a la comunidad internacional a una solidaridad activa con el pueblo argelino.
-deciden mantener los contactos entre ellos con el fin de llevar a cabo consultas y una concertación permanente.

Partidos firmantes de la Plataforma de Roma:

Por el LADDH: Abdennour Ali Yahyia
Por el FLN: Abdelhamid Mehri
Por el FFS: Hocine Aït Ahmed; Ahmed Djeddai
Por el FIS: Rabah Kebir; Anwar Haddam
Por PT: Louisa Hanoune
Por el MDA: Ahmed Ben Bella; Khaled Bensmain
Por el Ennahda: Addallah Jaballah
Por el JMC: Ahmed Ben Mouhammed.

 

Conclusión:

El FIS confía en una solución política y pacífica de la crisis, primero, con el objetivo de poner fin al derramamiento de sangre de gente inocente y, segundo, en el retorno de la legitimidad del país.
Mientras continuamos con nuestra lucha por la vuelta de la legalidad constitucional y de la soberanía popular en Argelia, hacemos un llamamiento a la Comunidad Internacional para que corte cualquier ayuda no humanitaria y ponga fin a las relaciones diplomáticas, mientras el régimen no acepte la constitución de una Comisión Independiente de Investigación para esclarecer las masacres llevadas a cabo contra la población civil desde el Golpe de Estado de enero de 1992.

Ha llegado el momento de que la Comunidad Internacional repiense su tendencia a identificar estabilidad y seguridad en los países musulmanes en términos de dar apoyo al statu quo existente, aún más si esto entra en contradicción con sus valores. Ha llegado el momento de considerar los intereses a largo plazo, exportando los valores de la libertad y el respeto a los más básicos derechos humanos, lo que comporta el respeto al pluralismo cultural, y aceptar una realidad inevitable: “El derecho de los argelinos de volver a un Estado Islámico, un Estado de la Ley y de la Justicia, que perdieron con la colonización francesa hace más de 160 años”.

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